En un momento de terrible dolor, una mujer valiente y bondadosa decidió sobreponerse y hacer algo para ayudar a otras criaturas. Todo esto después de haber perdido a su bebé recién nacido sólo tres horas después.
Sierra Strangfeld de Wisconsin, Estados Unidos, se sentía feliz por la noticia de su embarazo y estaba lista para recibir a la criatura pero durante la semana 20 de gestación le dieron una noticia lamentable. Samuel, su pequeño bebé, venía al mundo con una extraña condición que ponía en riesgo su vida.
La criatura padecía de trisomía 18 o Síndrome de Edwards, una rara condición genética que afecta a aproximadamente 1 de cada 6.000 nacimientos en el mundo.
Los fetos con esa afección tienen un cromosoma adicional que causa retrasos severos en el desarrollo, como una cabeza de forma anormal, pies golpeados y defectos de nacimiento en sus órganos.
“Desde que recibí la noticia me sentía aturdida todos los días. Pero apreciaba cada segundo de cada día que podía llevarlo dentro de mí», dijo Sierra.
Cuando los médicos supieron que el niño no podría soportar más tiempo en el útero de la madre, pues podría sufrir un aborto espontáneo, decidieron hacer una última maniobra para salvarle la vida. Sierra tuvo una cesárea de emergencia y el pequeño nació con vida. Sin embargo, la criatura soportó sólo tres horas en este mundo.
«Tenía las manos apretadas, los pies golpeados, era pequeño. Pero fue tan perfecto. Luchó tan duro para poder conocernos. Nuestro bebé fue puesto en esta Tierra por una razón», dijo Sierra Strangfeld.
Entre su dolor, la madre encontró un sentido a la breve vida de su pequeño y decidió hacer algo en su honor: Sierra se extrajo leche materna durante 63 días y recaudó casi 15 litros que donó al banco de leche local.
Samuel era su segundo hijo y durante el embarazo de su hija mayor, ahora de 18 meses, esta mujer pasó por una dura situación que no le permitió amamantarla.
Sierra recibió leche donada por su cuñada para poder alimentar a su criatura, así que conocía de cerca la necesidad de los niños por la leche materna.
“Fue la última cosa física que me conectó con él aquí en la Tierra. No pude salvar la vida de Samuel, pero al donar mi leche, tal vez podría ayudar a salvar la vida de otro bebé», dijo la mujer de 25 años.
Desde que perdió su bebé, en el mes de septiembre, Sierra estuvo extrayendo su leche y realizó su última donación al banco el 13 de noviembre, día en que estaba programado el nacimiento de Samuel.
“Podría alimentar al bebé de un completo desconocido, pero no pude alimentar al mío. Samuel era la razón por la que tenía que dar leche, y lo haría en su honor. Traté de verlo de una manera más positiva, ¡y en realidad fue mucho más difícil (mentalmente) dejar de bombear de lo que pensé!”, comentó la Sierra.
La mujer compartió su historia en Facebook y su emotivo mensaje obtuvo miles de reacciones en poco tiempo.
Esta madre le ha dado un gran ejemplo de fortaleza a la sociedad y son muchas las personas que se han solidarizado con su dolor.
Ahora, Sierra y su esposo planean crear la fundación «Sonriendo para Samuel», en honor a su pequeño. Por el momento han iniciado una campaña de camisetas para crear conciencia sobre la Trisomía 18 y educar a la población.
Sierra es una muestra de lo valientes que pueden llegar a ser las mujeres. Por favor comparte su historia y enséñale al mundo su noble gesto de solidaridad.