Micah Wooten, de 17 años de edad, es un joven que siempre soñó con ser un Marine de los Estados Unidos, por lo que pasó los últimos tres meses preparándose para tan anhelado momento. Sin embargo, Micah no pudo hacer su sueño realidad pues tuvo que ser trasladado repentinamente del Hospital en Parris Island, Carolina del Sur, al Hospital Beaufort Memorial para realizarle una cirugía.
Una cirugía que impidió llegar hasta el final.
Toda la familia estaba reunida para ver al joven, la madre comenta que cuando se tiene un hijo que ha hecho un juramento y está dispuesto a morir por su país no será el mismo que cuando salió de casa. Por ello, una enfermera decidió hacer algo para que Micah se sintiera como en la graduación.
El personal del hospital se preocupó por ir más allá de lo que está a simple vista.
Laurie Harvey es directora asistente de la sala de operaciones en el Hospital Beaufort Memorial, comenta que no podía dejar que su día terminara indiferente, por lo que le pidió a sus compañeros de trabajo que se alinearan a lo largo de las paredes fuera de la sala de operaciones, para recibirlo como todo un Marine.
Médicos y enfermeras recibieron al joven llenos de júbilo.
Cuando el joven salió de la cirugía y fue trasladado a su habitación, todo el personal comenzó a aplaudir mientras sonaba el himno del Cuerpo de Marines, el único objetivo era agradecerle por su infinita vocación de servir y defender a su país. Al respecto Micah comenta:
«Sentí una especie de pellizco en el pecho. Porque inmediatamente reconocí la música, ya sabes; ha sido parte de nuestro entrenamiento durante los últimos tres meses”.