Marieke Vervoort, una campeona paralímpica belga de 40 años falleció después de solicitar la eutanasia porque “se cansó de sufrir”.
“No quiero sufrir más. Es muy difícil para mí ahora. Me deprimo más y más. Nunca tuve estos sentimientos antes. Lloro mucho”, lamentó la deportista en una de las últimas entrevistas que ofreció mientras permaneció ingresada en el Hospital Universitario de Bruselas en el año 2017.
En Bélgica la eutanasia está contemplada en la ley, la atleta reiteró que quería morir a través de esta medida después de participar en los Juegos Paralímpicos de Río en el año 2016.
Sufría una condición degenerativa que le diagnosticaron a los 14 años que le causaba mucho dolor, encontró a través del deporte la esperanza de seguir adelante hasta que el sufrimiento le hizo perder las ganas de continuar.
“Todavía estoy disfrutando cada pequeño momento. Cuando llega el momento en el que tengo más días malos que días buenos, entonces tengo mis papeles de eutanasia a mano, pero todavía no ha llegado la hora”, relató Marieke en una rueda de prensa durante los Juegos Paralímpicos de 2016.
La enfermedad muscular degenerativa que padecía Marieke le causaba dolor constante, parálisis en las piernas y trastornos de sueño.
A pesar de su condición, ella practicaba baloncesto en silla de ruedas, nadaba y competía en triatlones.
Ganó competencias de atletismo en silla de ruedas obteniendo la medalla de oro en la categoría de 100 metros y de plata en 200 metros.
Con el paso de los años su estado se deterioró cada vez más, su vista se había visto afectada, sufría ataques epilépticos, después de participar en las Olimpíadas de Río aseguró que sería su última competencia.
“Después de estos juegos Paralímpicos, voy a disfrutar cada pequeño momento de mi vida y voy a poner más energía en mi familia y amigos, lo que no pude hacer mientras practicaba deportes porque tenía que entrenar a diario”, dijo Marieke en 2016.
En el año 2008 Marieke firmó todos los documentos para que se le practicara la eutanasia. Aunque años después continuó enfrentando sus adversidades con valentía, tenía estimado usar ese recurso cuando decidiera terminar con su dolor.
Resaltó en declaraciones ofrecidas a medios de comunicación que tener la oportunidad de decidir contar con la muerte asistida le dio fortaleza para continuar y que nadie debería considerar esa práctica como un asesinato.
“Da una sensación de descanso a las personas. Si no hubiera recibido esos documentos habría acabado con mi vida porque es muy duro vivir con tanto dolor y sufrimiento e incertidumbre. Sé que cuando haya sido suficiente para mí, tengo esa oportunidad”.
Finalmente, para la atleta había llegado el momento de partir. La noticia ha causado conmoción en el mundo del deporte. Compártela.