Si bien inicialmente se creía que los adultos mayores eran los únicos susceptibles de contraer coronavirus, cada vez son más los casos de niños que han sucumbido al virus mortal, incluso siendo completamente saludables y no padecer alguna condición de salud preexistente.
Perú, es uno de los países latinoamericanos más afectados a causa del coronavirus. Hasta el momento se han confirmado más de 1.605 casos positivos y han fallecido 30 personas, mientras que casi un centenar más se encuentran en estado crítico de salud, al borde de perder la vida.
El virus continúa avanzando a pasos agigantados, sin dar tregua, por lo que las autoridades del país americano han tomado medidas más extremas para controlar y tratar a los pacientes infectados por el virus.
Por ello, han implementado el Hospital de Ate como el centro médico encargado de recibir y cuidar de todas las personas que den positivo a la prueba del coronavirus siendo una de las primeras pacientes en llegar una menor de solo 2 años de edad.
La indefensa niña era atendida en el Hospital de Vitarte, debido a que presentaba problemas para respirar adecuadamente y su temperatura corporal era demasiado elevada. Llegó acompañada de su madre, Miriam Palomino, y a ambas se les realizó la prueba para determinar si eran portadoras del COVID-19.
Una vez estuvieron listos los resultados de las pruebas, la mujer no podía creer el resultado. Ella había dado negativo al virus, pero su amada hija no, ella era portadora del virus y tenía que ser trasladada a otro hospital.
“Ha dado positivo al primer control rápido y se están activando todas las medidas de bioseguridad y de atención en el hospital de Ate”, explicó el doctor Paul Orellana Vega, jefe de Emergencias y Unidades Críticas.
En las devastadoras imágenes dadas a conocer, se puede ver a la preocupada madre siendo trasladada a una ambulancia, sosteniendo sobre sus brazos de la forma más delicada a su hijita, siendo evidente en su semblante la tristeza que siente al verla sufrir.
Pero conseguir que la pequeña fuera atendida en un hospital no fue nada fácil. Pese a su corta edad y gravedad, se ha dado a conocer que la madre, quien es bióloga y labora analizando muestras de coronavirus en el Instituto Nacional de Salud de su país, tuvo que esperar durante horas dentro de una carpa antes de poder recibir atención.
“No quisieron atender a mi hija en urgencias, pese a que les mencioné que era un paciente de riesgo.
Yo también soy personal de salud y todos tenemos miedo de contagiarnos, pero no podemos abandonar a los enfermos más vulnerables”, señaló la mujer.
Las autoridades médicas ya se encuentran analizando los malos tratos de los que fue objeto la preocupada mujer y que pusieron todavía más en riesgo la salud de la pequeña.
Afortunadamente, pese a todo lo que tuvieron que atravesar, la pequeña ya se encuentra estable, no requirió de ventilación mecánica, pero se mantendrá hospitalizada hasta que los médicos estén convencidos de que puede recibir el alta.
La salud es algo a lo que todos tenemos derecho, especialmente ahora que el coronavirus sigue expandiéndose cada vez más, cobrando vidas por doquier. No es justo que las personas sean tratadas de manera déspota e indiferente. ¡Nuestros mejores deseos están contigo hermosa bebé!
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