Sabemos que el riesgo de contagiarse de COVID-19 y sufrir complicaciones graves aumenta con la edad. Por este motivo, el personal de salud recomienda que los adultos de 65 años de edad o más sean uno de los grupos prioritarios para recibir la tan ansiada vacuna.
Sin embargo, en este intervalo ocurren eventos insospechados, como aquel acaecido hace algunos días en Guanajuato, México, cuando un hombre de 75 años de edad murió a bordo de un taxi, mientras regresaba de recibir la vacuna contra el coronavirus.
La trágica noticia fue difundida por las autoridades del Instituto de Irapuato, en Guanajuato. De acuerdo a las informaciones, el adulto mayor venía a bordo del automóvil de alquiler desde el punto de vacunación. Al llegar a su casa, el taxista se dispuso a ayudarlo a bajar del auto, pero el hombre no reaccionó.
El conductor lo tocó y zarandeó un poco para despertarlo. Lo llamó varias veces, pero, el septuagenario no respondía. Desesperado, el taxista se contactó inmediatamente con el 911 para pedir ayuda al sistema de urgencias mexicano.
“Cuando llegamos y le abrí la puerta del coche, me percaté de que no se movía. Pensé que estaba dormido y lo llamé varias veces, pero no respondió”, dijo el chofer de taxi.
Finalmente, tal y como lo informaran voceros oficiales, el hombre fue declarado muerto. Paramédicos del sistema de urgencias atendieron al anciano, pero, pasados unos minutos, se dieron cuenta de que ya no tenía signos vitales. Procedieron a retirar el cuerpo y lo trasladaron para aplicarle la necropsia legal.
Otro caso identificado fue él deJavier Nolasco, de 75 años de edad, a punto de cumplir los 76. Según aseguraron sus deudos, el hombre no padecía trastornos de base, o problemas de salud incontrolables. Tan solo sufría de hipertensión, pero esta estaba controlada con medicación.
“Antes de vacunarse tomó sus medicamentos pertinentes, desayunó y se sentía a gusto, muy contento porque se había ido a vacunar. Tras su muerte, una brigada acudió a casa para detectar si padecía coronavirus, pero la prueba resultó negativa”, dijeron los familiares de Javier.
El fatídico hecho se suscitó en la capital mexicana. Funcionarios de protección de la Ciudad de México dieron a conocer que la muerte de un individuo en la alcaldía de Azcapotzalco, tras recibir la vacuna de Pfizer, sin embargo, al parecer, no guarda relación con la aplicación de la dosis.
Por su parte, la secretaria de Salud de la capital azteca, Oliva López Arellano, declaró que se llevó a cabo una investigación epidemiológica de manera inmediata tras la muerte de Nolasco.
Aseguró a los medios de comunicación locales que, el recientemente fallecido, además de su hipertensión, tenía una enfermedad cardíaca grave y diabetes. Incluso añadió que su cateterismo había sido pospuesto por no estar en condiciones aptas para recibir el procedimiento.
Los estudios demuestran que las vacunas contra el COVID-19 son seguras y efectivas. No tengas miedo o aprehensión. Estos dos ancianitos tuvieron fe en la ciencia hasta el último aliento, comparte esta noticia.