El pasado 8 de febrero, las autoridades estatales y federales de Texas, terminaron en shock al recibir a través del 911 una estremecedora llamada de auxilio.
Se trataba de un desesperado inmigrante que se puso en contacto con el número de emergencias, al vivir momentos de horror dentro de un camión cisterna (pipa).
Era una angustiante súplica de ayuda para las 80 personas que viajaban dentro del vehículo cerrado, al borde la muerte.
“Necesitamos ayuda… nos estamos muriendo, no tenemos oxígeno, no vemos nada”, dijo en español el hombre a la operadora del 911.
Fueron una serie de desgarradoras llamadas que quedaron grabadas y poco tardaron en salir a la luz, desatando una marcha contrarreloj por parte de la Policía de San Antonio, que luchaba por dar con el paradero del camión.
Tras cruzar la frontera, habrían sido encerrados por los coyotes después de que éstos huyeran de las autoridades migratorias porque temían haber sido descubiertos.
En el fondo del audio se puede escuchar a otras personas gritar, llorar y respirar con dificultad.
El inmigrante dijo también que había varias personas muertas dentro del vehículo y que creían estaban detenidos cerca de una carretera por el ruido de los coches que escuchaban.
«¡Somos como 80 personas!», le insiste el hombre a la operadora que se mantiene bastante impávida.
“¡Ayuda, bendito Dios!”, fueron sus últimas palabras antes de que la mujer que atendía el llamado respondiera: «Los perdí».
Salió a la luz que se trataba de un camión cisterna blanco utilizado generalmente para el traslado de líquidos y gases que pueden ser peligrosos, razón por la que no podían respirar, y muchos ya habían fallecido.
Después de que la angustiante llamada se perdiera, la imagen del camión estacionado fue captada por una cámara de seguridad. Pero para sorpresa de las autoridades, cuando llegaron al lugar no había rastro alguno.
Tras días de desesperada búsqueda y pedir la colaboración ciudadana, el camión fue finalmente encontrado en Laredo, a dos horas de San Antonio, pero ya estaba vacío.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), emitió un comunicado diciendo que están investigando el caso hasta el final, porque su prioridad es la seguridad de las personas. Además, una persona ha sido detenida y está al momento bajo custodia federal.
Mientras que Javier Salazar, jefe de policía del condado Bexar, dijo que quiere llevar a la justicia a los culpables y aclaró:
«A mí me gustaría saber si estas personas llegaron a donde iban y si están bien. No me interesa arrestarlas».
“Ese es el tipo de cosas que te hacen perder el sueño como agente del servicio de emergencias. Te estás preguntando ‘¿hay personas que fueron abandonadas en nuestro condado y esperando ser encontradas?’”, añadió.
Los hechos ya han dado la vuelta al mundo y ponen en la mira al país norteamericano, duramente criticado por las políticas migratorias.
Soñamos con un mundo en el que ni las fronteras, ni la miseria, ni las pocas oportunidades, sean una excusa para que familias enteras terminen en destinos tan desgarradores. ¡Comparte esta noticia!