El pasado 25 de mayo George Floyd, de 46 años murió en Minneapolis, Minnesota a manos de un oficial de policía, Derek Chauvin, que presionó su rodilla contra su cuello durante aproximadamente nueve minutos.
George estaba esposado boca abajo en el suelo sin poder defenderse, solo gritaba que no podía respirar ante los testigos, a quienes los agentes de la policía les impidieron intervenir.
Llamaron a una ambulancia, George había perdido el conocimiento y entró en parada cardiorrespiratoria. Fue declarado muerto en un hospital cercano.
La muerte del hombre afroamericano bajo custodia policial causó conmoción en Estados Unidos y el mundo, las escenas de su agonía fueron grabadas y difundidas masivamente.
El oficial Derek Chauvinfue detenido y acusado de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado tras una ola de protestas que han causado destrozos en varias ciudades del país.
La ex pareja de George, Roxie Washington, ofreció declaraciones junto a Gianna, la hija de seis años del fallecido.
Sin poder contener las lágrimas, dijo: “No tengo mucho qué decir, no puedo encontrar las palabras en este momento”.
“Quiero justicia para él porque era bueno, sin importar lo que piensen los demás. Quiero que todos sepan que esto es lo que esos oficiales me quitaron”, agregó Roxie.
“Al final del día, pueden irse a casa y estar con sus familias. Gianna no tiene padre. Nunca la verá crecer, graduarse, nunca la acompañará por el pasillo al altar. Si hay un problema y ella necesita a su papá, ya no lo tiene”, dijo la desconsolada mujer.
“Era un buen hombre, aquí está la prueba”, dijo Roxie señalando a su hija, a quien tuvo entre sus brazos durante la rueda de prensa.