Es muy importante conocer los riesgos de los distintos artículos que son comercializados, especialmente los destinados para el uso de los bebés y así evitar accidentes que lamentar.
La historia de Zara es una terrible experiencia de vida. Una bebé que con sólo 2 meses de edad perdió la vida cuando se asfixió en su cuna mientras dormía una siesta.
Carly, la madre de Zara, despertó con los gritos desesperados de su pareja quien al ver el rosto azul de su pequeña la tomó en sus brazos y corrió a un salón de la casa con el corazón desbordado de angustia.
Esta mujer australiana, de 21 años y madre de 3 niños jamás pensó que al dejar a su hija en la cuna para dormir la siesta ya no despertaría. ¡Qué dolor tan grande!
Después de acostar a su bebé ella también se acostó para descansar. Los gritos de dolor y desesperación de su compañero interrumpieron su sueño y ante el desconcierto lo primero que pensó fue en que se había hecho una gran herida con un cuchillo o había recibido un golpe extremadamente fuerte.
La expresión de dolor en sus gritos era demasiado evidente. Carly lo vio con la niña en el salón de estar y en instantes los dos gritaban ante una incertidumbre que apretaba el alma. Algo no estaba bien.
Ella tumbó la mesa para llegar más rápido, mientras él la tenia en sus brazos de tal manera que la abrazaba y a la vez dejaba ver su rostro.
Fueron momentos del más grande temor. La pequeña estaba caliente pero el color azul en el rostro era una clara señal de que algo estaba muy mal.
Comenzaron a reanimarla aplicando primeros auxilios e inmediatamente llamaron a la línea de emergencia. Los 4 minutos que tardó en llegar la ambulancia parecieron una eternidad.
Esta madre comentó que mantuvo la esperanza en la recuperación total de su hija. Nunca se imaginó que se trataba de la muerte de su bebé, aunque ella recuerda que el personal de emergencia que llegó a la casa le dijo que debían prepararse para lo peor.
Carly les rogó que le prometieran que no iban a dejar a su hija. Mientras los paramédicos reanimaban a la pequeña, sus padres sólo podían estar a su lado y ver.
En medio de la conmoción, Carly logró llamar a sus suegros para que fueran a recoger a su hija mayor Aaliyah, que actualmente tiene 4 años. Al mismo tiempo y por coincidencia el padre de Carly también apareció para llevarse al hermano menor.
Para ese momento los paramédicos hablaron con uno de los abuelos y comentaron que ellos pensaban que la bebé no se recuperaría. Estaban siendo honestos con alguien de la familia, porque a los padres no podían darles esa noticia.
Carly fue la primera en llegar al hospital. Los médicos hicieron todo lo posible por traer de vuelta a su hija, entre tubos, agujas, palabras, medicamentos la angustia no dejaba de estar presente.
Una trabajadora social se acercó a Carly para ayudarla a recibir la terrible noticia. Los médicos estuvieron haciendo su mayor esfuerzo durante 2 horas y había llegado el momento de confirmar lo que no se quería aceptar. La pequeña había fallecido 20 minutos antes de que la encontraran.
Carly y su pareja sostuvieron su mano y cuando dejaron de reanimarla ella la sostuvo durante las siguiente 7 horas. Fueron las peores 10 horas de su vida, comenta Carly.
La pequeña Zara se había deslizado sobre su estómago, algo que sus padres no sabían que podía hacer y había llegado a la esquina de la cama y se había asfixiado. Ese día su madre usó una cuna que también había usado con su primer hijo.
Después de 5 meses fue que esta madre pudo asimilar que su hija ya no estaba con ella.
Carly comenta que haría todo por tenerla de vuelta, pero sabe que es imposible, lo que puede hacer es evitar que esto le suceda a otra familia, así que lucha para que estos objetos sean sacados del mercado.
Su muerte fue a causa de usar ropa de cama insegura. Este fue un diseño similar al que le causó la muerte a Zara.
Lo principal que quiere hacer Carly ahora es crear conciencia sobre el riesgo que representan estas camas en la vida de los bebés.
Ella busca que se prohíba su venta o que los fabricantes le coloquen una etiqueta que expliqué el riesgo y adviertan que no deben dejar al bebé desatendido en este tipo de cama por un posible riesgo de asfixia.
Ella comentó que las personas nunca piensan que esto le puede pasar. Ella nunca supo de ese peligro. Hoy tendría a su lado a su niña de dos años caminando y jugando.
Ella explicó que a través de su página de Facebook ha iniciado una campaña de conciencia sobre el uso de este tipo de cunas y probablemente su mensaje ha logrado salvar la vida de algún bebé.
Después de esta triste y lamentable experiencia Carly quedó embarazada de Charlotte, quien llegó a sus vidas para dar una nueva luz a su hogar. Es muy cierto que ningún hijo sustituye a otro, pero Charlotte es la imagen y semejanza de Zara.
Esta madre comentó que, aunque su pequeña Zara ya no está, ella continúa dándole esperanza y ganas de seguir.
Comparte con tus amigos y familiares, el mensaje de esta madre puede salvar las vidas de otros bebés previniendo una tragedia como la que sufrieron.