La recién completada base de datos de la Comisión de Seguridad del Producto del Consumidor (CPSC, por sus siglas en inglés), ha revelado que miles de personas terminan con una gran variedad de objetos atrapados en sus orificios.
Entendiéndose por estos a todos los agujeros posibles en los que el ser humano misteriosamente se introduce objetos, quién sabe para qué: oídos, ojos, nariz, garganta, genitales… Y por supuesto, el recto.
El informe revela que las visitas a la sala de emergencias por este motivo han sido innumerables, y el personal de Urgencias alerta de la situación para evitar que las personas terminen con estos cuadros clínicos.
«El recto parece ser el lugar más común para incrustar objetos, como este aerosol».
Algunos de los artículos enumerados incluyen artículos domésticos mundanos, como botellas de cerveza, soporte para cigarros y hasta botellas de plástico.
¿Qué hace un frasco de desodorante ahí?
El personal médico no pudo creer cuando encontró un juguete con la figura de Buzz Lightyear, de la película de niños Toy Story.
Un bastón de caramelo atrapado en el interior de esta persona revela el peligro en estas fiestas.
Incluyeron descripciones de cómo estos objetos extraños se alojaron en los mencionados orificios:
«Saltó en la cama: el cepillo de dientes estaba en la cama y se metió por el recto del paciente».
«Se sentó en el sofá abruptamente y había un bolígrafo que se le introdujo en su totalidad»
En esta radiografía se ve un tubo metálico de cigarro que se había insertado en el recto.
Una botella atascada en la cavidad rectal de alguien.
Una botella de cerveza colocada donde nunca debió haber estado.
¿Pero en qué estaba pensando esta persona cuando intodujo un huevo en su interior?
Otras explicaciones revelaron las situaciones más peculiares:
«Tomó una botella de refresco con whisky de bola de fuego a través de su recto y se atascó».
«Mezcló chorros de cloro y agua en el recto a fin de prevenir el sida».
«Tenía un vibrador en el recto y trató de retirarlo con un destornillador. Tuvimos que suturar».
No es raro que juguetes sexuales queden atrapados en los orificios.
Otros pacientes más originales introdujeron bombillos navideños, un teléfono móvil y una parte de un telescopio.
Además, se ha registrado en la base de datos de lesiones como producto de juguetes en la oreja, fideos en la nariz, un pequeño radio de transistores en la garganta, la parte posterior de un control remoto en el pene y un pequeño juguete para niños en la vagina.
«Los datos de la encuesta general podrían evidenciar la necesidad de un retiro del producto, una campaña de concientización pública o un nuevo estándar de seguridad del producto», concluye el informe.
Definitivamente, es inaudito cómo terminaron esos objetos dentro de estas personas. Ahora que ya lo sabes, compártelo con tus amigos y considera ser muy prudente antes de introducirte cosas raras. O mejor aún, trata de no hacerlo.