En la vivienda en la que se encontraban, José Roselló y Victoria García, los padres de Julen mientras se llevaba a cabo la fase final del operativo de rescate se vivieron momentos de profundo dolor y angustia.
Al conocer el trágico desenlace se escucharon gritos desde la casa en la que se refugiaban los padres del pequeño, decían: “’Otra vez no, otra vez no!”, Julen es el segundo hijo que pierden.
Hace veinte meses se enfrentaron al dolor del fallecimiento de Oliver, su hijo de tres años que perdió la vida a causa de muerte súbita mientras disfrutaban un paseo familiar en la playa. Desde entonces se habían refugiado en Julen para mantenerse en pie a pesar de la tristeza que los abatía.
Los padres de Julen reciben apoyo psicológico permanente desde el pasado 13 de enero, cuando el niño cayó al pozo.
José, el padre de Julen tuvo que recibir atención médica por sufrir un ataque de ansiedad horas antes de que terminara el rescate con el hallazgo del cuerpo del menor a la 1:25 de la madrugada.
Tras el levantamiento del cuerpo, lo trasladaron al hospital Clínico donde le esperaba el jefe de radiología para someterlo a estudios que comprueben qué fracturas sufrió el menor. Se espera conocer en las próximas horas el resultado de la autopsia que revelará las causas del fallecimiento y cuándo se produjo.
Horas más tarde, los familiares y amigos de José y Victoria los acompañaron al tanatorio de la barriada de Málaga de El Palo a decenas de metros de la vivienda de la familia.
Los parientes de Julen están dentro del tanatorio mientras que en el exterior del recinto se han congregado decenas de vecinos y Francisco de la Torre, alcalde de Málaga.
El equipo de Emergencia Psicosocial del ayuntamiento de Málaga integrado por psicólogos también acudió al lugar para ofrecer su apoyo.
Se han recibido mensajes de condolencias de todas partes del mundo al conocer que dos mineros y un guardia civil hallaron el cuerpo sin vida de Julen en el interior del pozo en el que permaneció atrapado desde hace 13 días.
Millones de personas seguían el impresionante operativo de rescate emprendido en el Cerro de la Corona en el que participaron más de 300 personas entre expertos y voluntarios y movilizaron 83.000 metros cúbicos de tierra para llegar hasta el lugar donde estaba el niño a través de la creación de un pozo paralelo.
Los héroes que trabajaron en esta labor sin precedentes hoy lloran la pérdida de Julen y acompañan a los familiares en su dolor mientras reciben toda la gratitud y admiración de España y el mundo. Compartamos un mensaje de solidaridad.