¿Alguna vez has perdido el equilibrio o te has sentido desorientado, como si estuvieras ebrio, pero sin haber tomado bebida alcohólica alguna? Quizás te parezca extraño o poco creíble, pero algunas personas sí padecen esta rara condición que afecta gravemente su calidad de vida: el síndrome de la autocervecería.
Alyssa Kelsch, de 26 años, de Salt Lake City, Utah, Estados Unidos, es una artista del tatuaje que desde 2018 comenzó a presentar síntomas bastante extraños e infrecuentes. En ese mismo instante su madre, Brooke Kelsch, de 47 años, notó que tenía un aliento afrutado, los ojos llorosos y mucha dificultad para articular palabra.
Extrañamente también rompía en carcajadas sin ninguna razón, como si estuviera poseída por los vapores de alguna bebida espirituosa, pero Brooke sabía que este no podía ser el caso, ya que Alyssa no había bebido nada.
En vista de ello la madre, preocupada, comenzó a investigar para hallar respuestas a la condición de su hija hasta que, finalmente, después de meses de citas con especialistas, Alyssa fue diagnosticada con el síndrome de autocervecería, una condición muy poco común que hace que su cuerpo convierta el azúcar y los carbohidratos en alcohol.
“Después del diagnóstico nadie podía creer que mi hija tuviera el síndrome, ya que es una afección muy rara”, explicó Brooke.
Esto explica el por qué Alyssa termina en ese estado siempre que acaba de comer, por lo que se encuentra recibiendo un tratamiento médico para ayudar a reducir los niveles de etanol en su cuerpo.
Esta medicación le permite ingerir alimentos normales sin riesgo a los síntomas del síndrome lo que, según las pruebas realizadas a la paciente ha dado resultados muy positivos, ya que sus niveles de etanol están bajando considerablemente.
Aparentemente y según los estudios médicos, la joven estadounidense contrajo la afección inicialmente debido a un antibiótico que tomó y que la habría desencadenado.
Así lucía Alyssa Kelsch cuando consumía algún alimento
“Alyssa también sufre de trastorno autoinmune poliglandular tipo uno, por lo que hemos tenido problemas con su medicamento antifúngico que interfiere con algunas de las otras pastillas que está tomando”, aseguró la madre.
Afortunadamente, Alyssa es una chica muy valiente y no permite que su condición la amilane demasiado. Aún no se vislumbra una cura para este extraño mal, pero, tanto ella como su familia harán lo imposible por salir adelante.
Brooke espera que, al compartir la historia de su hija, más personas se familiaricen con la enfermedad y se realicen más investigaciones para ayudar a quienes tienen que lidiar con ella. Ahora está recaudando fondos para su tratamiento continuo a través de la asociación GoFundME.
Pudimos ver que también existen personas que, aunque no tomen nada de alcohol, su organismo tiene la habilidad de “emborracharse”. Si crees que esto es un regalo divino, ¡te equivocas!
El síndrome de la autocervecería o el síndrome de fermentación, como también se le conoce, se trata de un extraño padecimiento que ha sido poco estudiado y representa un problema serio para quien lo padece, ya que toda la vida experimentará los efectos del abuso del alcohol y le será muy difícil llevar una vida normal.
Hasta el momento, existen pocos casos similares documentados. Aunque cada caso es diferente, si crees que puedes padecer el síndrome de fermentación, te recomendamos que acudas con tu médico. Comparte la experiencia de esta joven.