Las redes sociales se han convertido en una ventana abierta para la información. En ocasiones han servido para informar sobre sucesos de interés mundial pero también ha dado visibilidad a emotivas historias locales.
En esta oportunidad, el periodista Omar Rubio ha dado a conocer en su Facebook, la historia de un padre que empuja a su hijo en sillas de ruedas para que pueda jugar fútbol.
Su nombre es Mario Treviño, de 12 años, y juega semanalmente en un equipo León Juárez, cuyas categorías son mixtas y van del sub-8 al sub-16.
Este pequeño sufre de malformación encefálica y escoliosis. Además, la cadera dislocada, condición que le impide mantenerse de pie y ha obligado al pequeño Mario a movilizarse en una silla de ruedas.
Sin embargo, esta condición no ha sido impedimento para que Mario haga lo que más ama: jugar al fútbol. Su padre, Mario Treviño González, lo acompaña semanalmente a sus entrenamientos y a sus partidos.
Cada sábado el equipo León Juárez sale al campo y Mario se aventura junto a ellos al desafío de ir tras el balón. Pero el niño no va sólo, su padre se ha convertido en sus piernas y lo conduce fielmente por todo el campo, en busca de anotar un gol.
«Para el pequeño no hay motivos suficientes para cancelar un entrenamiento o partido de fútbol aunque sea un día lluvioso», contó el periodista Omar Rubio en su publicación.
Desde hace cuatro años, el hombre descubrió que el fútbol hacía feliz a su hijo y decidió llevarlo al campo a entrenar. El año pasado, este dedicado padre abandonó su trabajo para entregarse por completo al cuidado del pequeño Mario.
Cada sábado, el chico luce su camiseta con el número 0 en su espalda y sale al campo a apoyar a su equipo. Padre e hijo juegan como uno solo en el campo, aunque existe una regla vital para este dúo especial: el único que puede tocar el balón es el niño, su papá sólo puede empujarlo.
Aunque el pequeño no puede hablar, se comunica con su padre mediante gestos e irradia felicidad cada vez que juega, ya sea durante un partido o uno de sus dos entrenamientos semanales.
«Psicológicamente está bien, su problema es motriz. El fútbol se ha vuelto una terapia para él, no para de sonreír mientras jugamos» afirma su padre.
Los mexicanos siempre se han distinguido por su gran pasión por el fútbol y ¡vaya que tienen a grandes representantes! Pero estamos seguros que en Ciudad Juárez se encuentra uno de los deportistas más apasionados: Mario.
Por ese motivo las fotos compartidas por el periodista se han hecho virales. Nadie puede resistirse a la hermosa historia que protagonizan este hombre y su niño.
El ejemplo de Mario habla de un niño guerrero que ha luchado por su sueño pero también de un padre amoroso que ha sabido integrarlo y acompañarlo en su proceso. Comparte esta inspiradora historia de amor.