La pesadilla de todo padre se ha hecho realidad para un hombre de origen rumano, residente en Valencia (España).
Definitivamente, cuando por segundos perdemos el rastro de nuestros hijos, se nos pueden pasar por la mente las peores cosas. ¿Pero qué dirías si pasan los días –en este caso más de 6-, y las razones de tu vida, siguen sin aparecer?
Es el drama al que se enfrentaba el padre de Florín Alexandru Cojocaru, de 5 años, y Mario Nicolás Cojocaru, de 6.
Florín Alexandru Cojocaru, de 5 años
Ambos fueron vistos por última vez el 2 de febrero, en la localidad valenciana de Tavernes de la Valldigna.
Al no tener rastro de los menores, su padre denunció su «extraña desaparición» a las autoridades locales.
Tanto SOS Desaparecidos, como QSD Desaparecidos, difundieron el hecho en las redes pidiendo colaboración ciudadana para encontrarlos.
La familia entera entró en una angustia indescriptible. Y es que, ¿qué podría ser de esas pequeñas criaturas de apenas 5 y 6 años, solos por el mundo? ¿Y en qué manos?
La Guardia Civil, por su parte, también activó un dispositivo de búsqueda para Florín y Mario.
Mario Nicolás Cojocaru, de 6 años
Los datos que proporcionaron las autoridades fueron que Florín mide un metro, tiene los ojos verdes, y es de constitución delgada.
Mientras que Mario tiene constitución física corpulenta, mide un metro y medio y tiene los ojos azules. Los dos tienen el pelo negro y corto.
Aunque en un principio la familia mantuvo mucho hermetismo en torno a las circunstancias intrafamiliares, después salió a la luz que la semana pasada los padres de los pequeños habían discutido fuertemente. Y de hecho se encontraban en medio de una disputa por su custodia legal.
La Policía entonces barajaba ya la posibilidad de que esta desaparición no tuviera más causa que un conflicto de pareja.
Finalmente, en las redes trascendió que los niños se encontrarían en Rumanía con su madre. Pero el padre insiste en mantener la denuncia de la desaparición porque según su versión ella se los habría llevado sin su autorización.
Todo esto resulta muy extraño, ya que sin la autorización del padre, habría sido imposible que los pequeños salieran del país. El padre insiste en que ese permiso suyo es mentira, mientras que la Guardia Civil asegura que ese dilema «ya no es de su competencia».
Aunque todos esperan que los niños de verdad estén bien, las redes no han tardado en indignarse con este caso. «Qué manía tienen de meter a los niños en medio siempre, no se dan cuenta de lo que sufren los pequeños con las separaciones», dijo una internauta.
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