Todos las parejas, desde el momento en que traen un hijo al mundo, se desviven por prodigarles todos los cuidados para que crezcan sanos y felices. Sin embargo, esto que es un presupuesto básico, en ocasiones nos encontramos con seres insensatos que presos de modas y creencias extrañas, ponen en riesgo la vida de sus pequeños de un modo que ni siquiera podemos imaginar.
Es el reciente polémico incidente con unos padres que fueron acusados de de matar de hambre a su bebé de 5 meses en un perturbador caso de negligencia infantil.
Julia French, de 20 años, y Robert Buskey, de 31 años, residen en Titusville, en el Condado de Brevard, Florida, en Estados Unidos.
Las investigaciones han revelado que el bebé había alcanzado un peso de apenas 3.6 kg a los 5 meses de edad después de haber pesado 3.1 kg al nacer.
Desde que las autoridades descubrieron que la vida del pequeño estaba en serio riesgo, fue llevado a un hospital.
Los padres del menor permanecen recluídos en la cárcel del Condado de Brevard.
En las declaraciones se pudo saber que la pareja es vegana y que arbitrariamente decidieron cambiar la fórmula que les había prescrito el médico para el bebé por una mezcla hecha en base de puré de papas, que Julia buscó en Internet.
Julia French y Robert Buskey han sido acusados de negligencia infantil por el momento y no se descarta que tengan que afrontar cargos adicionales.
Ni Julia, ni Robert pudieron dar una explicación de por qué habían decidido cambiar la dieta de su bebé, sometiéndolo a un riesgo semejante.
El Departamento de Niños y Familias de Florida (DCF, por sus siglas en inglés) dijo que el niño totalmente desnutrido, con las costillas visibles y los ojos hundidos.
«En un momento dado, cuando el bebé estaba bien y saludable y ganaba peso, estaba usando una fórmula orgánica y la cambió por su cuenta», dijo la detective de la policía de Titusville, Lauren Watson.
«El bebé estaba letárgico y no lloraba cuando lo encontraron y tuvo dificultades para mantener su temperatura y azúcar debido a la grave deshidratación y desnutrición».
«Nunca he visto a un niño a este nivel, tan cerca de una posible muerte», enfatizó.
Lo increíble del caso es que desde que el pequeño está bajo la custodia del Departamento de Niños y Familias de Florida, con tan sólo haber ingerido líquidos desde el pasado miércoles, ya ha ganado 2.2 kg.
Sin embargo, los padres trataron en todo momento de refutar los informes médicos y judiciales, alegando que es parte de su estilo de vida y que nunca pretendieron causarle daño a su bebé.
También se reveló que French no está casada con Buskey, pero se considera a sí misma como su concubina según lo que se describe como la tradición «hebrea nazareo» que vive la pareja.
Un caso que ha levantado una intensa polémica. ¿Tú qué opinas de que los padres veganos sometan a sus hijos a este tipo de alimentación arriesgando así su vida? Comparte tu opinión en tus redes.