Hay situaciones en las que decidimos actuar según nos dicta el corazón, sin sospechar que siempre que hacemos lo correcto la vida se encarga de devolvernos el doble, o al menos así debería ser con todos esos héroes silenciosos.
Como lo que le sucedió a un joven empleado de una estación de servicio de gasolina, tras encontrarse con una chica en apuros.
Los hechos sucedieron en el pueblo de Khayelitsha, en las afueras de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.
Monet van Deventer, una mujer blanca de 21 años, jamás imaginó hallarse en semejante aprieto. Había olvidado su billletera y corría el riesgo de quedarse varada sin gasolina en plena carretera, en medio de un lugar bastante peligroso.
Nkosikho Mbele, un joven de raza negra de 28 años, que trabajaba en la estación de gasolina Shell, donde estaba la joven, procedía a atenderla cuando Monet se dio cuenta que no tenía sus tarjetas de crédito.
Al ver que negarle el servicio supondría un verdadero problema para Monet, el joven no dudó en poner de su propio bolsillo poco más de 6 dólares para que pudiera llenar el tanque de gasolina.
Monet no pudo estar menos que agradecida con el joven que la había librado de un gran problema.
Fue por eso que la chica no pudo quedarse de brazos cruzados, y enseguida decidió abrir una página de creación de fondos para recompensar el favor al empleado de Shell.
Pero jamás imaginó que su historia se haría tan viral, logrando conmover a miles de personas y alcanzando una suma de más de 30.000 dólares.
La suma recogida suponía 8 años de sueldo para Nkosikho
«Hice lo que cualquier otra persona hubiera hecho, desde el corazón. Creo que no hay blancos y negros y que todos somos una sola persona y solo quiero unir a la gente», dijo Nkosikho Mbele a los medios después de que su historia hubiera dado la vuelta al mundo.
Monet estaba infinitamente agradecida por su gesto, por lo que no dudó en volver a visitar a su héroe en la gasolinera para devolverle los 6 dólares que le prestó y le salvaron la vida.
Sobre los hechos, ella relató su propio testimonio a los medios:
«Le pedí al encargado de la gasolina que no le pusiera combustible porque no podía encontrar mi bolso y, después de unos minutos, le dije que había dejado mi dinero y mis tarjetas en casa. Le dije que me arriesgaría a irme así, pero él simplemente me dijo: No, señora, no se puede quedar sin combustible en la N2, es demasiado peligroso y dijo que pondría dinero de su propio bolsillo para mi tanque».
Después de la generosa respuesta de las redes, la chica notificó a Nkosikho de la cuenta de crowdfunding que creó para él. Como era de esperarse, él estaba muy agradecido porque no esperaba que su gesto fuera recompensado de esa manera.
Pero estaba tan abrumado con tanta cantidad de dinero junta, que decidió cerrarla porque dijo que era demasiado para él, y además pidió a la página que le retuvieran el dinero para poder construirse una casa y pagar las deudas que tenía y las cuotas de la escuela de sus hijos.
«Estaba feliz de verla alejarse sabiendo que llegaría a donde tenía que ir a salvo y no tenía idea de que mi vida sería tan bendecida a cambio de lo que hice», dijo el joven por su parte.
La empresa también se ofreció a hacer una donación, siempre que Nkosikho hiciera una donación por el mismo valor a una ONG.
«Ahora tengo más 30.000 dólares de Shell para donar a organizaciones benéficas y quiero ayudar a los jóvenes y hacer una diferencia en sus vidas y tengo más de 30.000 dólares para cuidar a mis dos hijos», concluyó el admirable joven.
Comparte esta inspiradora historia que nos demuestra que todavía existen almas bondadosas que nos devuelven la esperanza en la humanidad.