Ciertamente, todo lo que un padre puede ser capaz de hacer por sus hijos es imposible de describir. Pero hay padres y padres, y Juan, un hombre de la localidad de Rota, en España, es uno de esos héroes de la vida ordinaria, aquellos que merecen un monumento.
Esta es su historia…
Su hijo Juan José está a punto de cumplir su sueño de toda la vida de ser docente tras culminar el Grado de Educación Primaria en la Universidad de Cádiz, en el Campus de Puerto Real.
Como todo padre, Juan ha estado al lado de su hijo día a día, apoyándolo en todo. Pero este no es un padre cualquiera, y Juan José, tampoco lo es.
Juan José posee un grado de discapacidad severa que la adquirió al nacer, precisamente cuando su madre perdía la vida dándolo a luz. Juan tuvo que afrontar todo lo que supone criar completamente solo a un pequeño discapacitado, y esto se dice pronto.
Juan no ha vivido más que para apoyar a su hijo día a día en sus estudios a lo largo de su etapa escolar, y más tarde en la universidad, por segunda vez consecutiva. Ya que este es el segundo título después de haberse graduado en Matemáticas, asistido por la Asociación de personas con discapacidad de Rota.
Y sin duda, este logro se lo debe en parte a su padre, que ha sabido ser padre y madre a la vez, sin separarse de su hijo en un solo momento.
Todos los compañeros de Juan José coinciden en que Juan se ha sacado la carrera igual que ellos. Es por eso que desde la empresa fabricante de las orlas, tuvieron la grandiosa idea de incluir a este padre héroe junto al resto de la promoción.
Así aparece Juan José junto a su padre y el resto de sus compañeros en la orla 2015-2019
Junto a la foto de Juan pone la más emotiva descripción que ha sido aplaudida por miles de personas, y lógicamente por el propio Juan José:
«Juan, papá de Juan José y de todos…»
Esto porque lógicamente para muchos se ha convertido en su padre también.
Ellos declaran que aunque al principio no entraba en las aulas, pero esperaba a su hijo afuera, con el tiempo los profesores le permitieron entrar y estuvo presente en todas las clases, día a día, igual que todos.
“Lo que nos llamaba la atención de Juan es que siempre estaba pendiente de su hijo, en la puerta de la clase. Si acaso se marchaba a la cafetería a tomarse un café. Muchos profesores, viéndolo a diario, le proponían que entrase en clase”, confiesa un compañero.
«Juan destaca por su humildad, ya que “nunca ha hecho alarde de lo que hace por su hijo, «Es una persona cariñosa, de las que te alegran el día y siempre tienen una sonrisa en la cara, «Donde va su hijo no va nadie y él siempre va a luchar porque su pequeño Juan José cumpla sus sueños”, han sido algunas de las declaraciones de los compañeros de Juan José e «hijos adoptivos» de Juan.
No te vayas sin compartir este impresionante testimonio de amor, como ya no vemos en nuestros días.