Desde hace algunos unos años, las mujeres han podido avanzar mucho en su rol de autonomía y de independencia en la sociedad. Ese deseo de auto realización incluye todos los ámbitos de la vida, el económico, el profesional, pero también el de los afectos, que es el más natural y humano, su deseo de ser madres.
Si bien cada pareja es única, y la dificultad para quedar embarazada no siempre responde a un patrón claro y definido, una pareja estadounidense del mismo sexo decidió recurrir a la última tecnología en cuanto a inseminación intrauterina o fertilización in vitro para lograr hacer su sueño realidad.
El amor entre Ashleigh y Bliss Coulter nació en 2015 y, desde entonces, ambas tenían muy claro su deseo de tener una familia completa. En vista de ello, las dos mujeres consultaron a varios médicos, pero solo uno pudo hacer en muy poco tiempo, que el matrimonio fuese conocido como la primera pareja del mismo sexo en llevar a cabo un embarazo compartido con éxito.
Sin embargo, a pesar de que ambas anhelaban con locura tener un hijo de las dos, Bliss, de 37 años de edad, no quería dar a luz, pero sí quería estar completamente involucrada en el proceso, por lo que se necesitaría para ello un método distinto a los tradicionales tratamientos de fertilidad.
Normalmente se utiliza un donante de esperma para quien decida llevar al bebé de las dos, por eso decidieron buscar otra alternativa en una clínica de fertilidad en Texas, Estados Unidos.
Y la encontraron. La doctora Kathy Doody y su esposo Kevin Doody, son miembros del equipo de médicos de la clínica que, durante una conversación cotidiana llegaron a la conclusión de que podrían ayudar a parejas del mismo sexo a ser padres.
“Estábamos conversando una noche en casa y dije, ‘¿sabes?, creo que podríamos hacer esto en parejas del mismo sexo’. Y Kevin dijo, ‘creo que estás en lo correcto. Creo que podríamos’”, aseguró la doctora Doody.
Así, los galenos pusieron manos a la obra y la esperma de Kevin y los óvulos de Bliss fueron puestos dentro de un equipo llamado InvoCell, un aparato que se aloja en el cuerpo durante 5 días para generar la fertilización permitiendo que se desarrolle el embrión.
“Los óvulos fueron fertilizados en su cuerpo y cuando regresaron 5 días más tarde, quitamos el aparato y los congelamos en una cápsula”, explicó Doody.
Así posteriormente fue alojado uno de ellos con éxito en el cuerpo de Ashleigh, quien gestó a su bebé por los siguientes 9 meses. Hoy la feliz pareja fue bendecida con su tan esperado pequeñito a quien bautizaron como Stetson Lane Coulter, quien nació rebosante de buena salud.
Stetson Lane Coulteres es un bebé muy feliz
El deseo de ser padres puede surgir de manera espontánea o planeada. Puede surgir en cualquier momento de la vida, porque como vemos, para algunas parejas no hay reglas para ello. Las motivaciones son muchas, pero lo importante es que el niño sea recibido en un ambiente de amor y cuidado en el que pueda crecer y desarrollar su futuro.
Comparte esta hermosa historia de maternidad con tus seres queridos, y ya que posiblemente hay tantos motivos para desear ser padres como peces en el mar, pregúntate: ¿cuál es tu motivo?