El verdadero amor indudablemente puede perdurar a lo largo del tiempo, y cuando una pareja tiene que luchar hasta las últimas consecuencias por defenderlo, pareciera que éste se fortalece y permanece inquebrantable hasta el final.
Esto que puede sonar a cuento de hadas, no es muy lejano a la realidad que tuvieron que vivir Howard Foster y Myra Clark.
La pareja desarrolló su juventud a finales de los años 60, y como era normal en la época y en su ambiente, fueron víctimas de las peores críticas por ser ella blanca y él de raza negra.
Howard y Myra se amaron con locura a pesar de todas las burlas…
Pero Howard amaba tanto a su novia, que al ver todo lo que sufría por estar con él y a pesar de que era el amor de su vida, decidió dar por terminada la relación.
Nunca más volvieron a saber el uno del otro. Ambos atesoraron ese primer amor en el fondo del corazón, sabiendo que fue lo más puro y sincero que vivieron, y a la vez con ese dolor de no haber podido superar la presión social.
Tanto Myra como Howard sabían que su amor era verdadero, pero tenían muy poca esperanza de volverse a ver algún día, hasta que de repente 40 años después todo dio un giro inesperado.
En el año 2013, Howard estaba caminando por un parque de su ciudad cuando de pronto ahí frente a sus ojos tenía a la Myra que tanto amó.
«Fue ese sueño que nunca pensó que se haría realidad … ahí estaba», dijo Howard a los medios.
Howard de inmediato estuvo convencido que no cometería el error de dejarla ir de nuevo.
Ambos se miraron, se sentaron en una banca del parque y se tomaron de la mano como si no hubiera pasado un día… ¡Como la primera vez!
Después de ser compañeros en el Columbus West High School, de Columbia, en Estados Unidos, Howard fue víctima de los peores tratos racistas por parte de sus compañeros e inclusive de sus profesores en la Universidad.
Es por eso que pensó que nunca podría ser feliz con Myra y esa fue la razón por la que nunca intentó siquiera buscarla.
“La sociedad no nos iba a permitir estar juntos y ella sería feliz… Se cansaría de las miradas; simplemente pensé que era injusto para ella. Su felicidad era lo más importante», dijo Howard.
Después supieron que ese encuentro en el parque en 2013, fue gracias a un amigo en común que lo planeó todo. Y a partir de ahí, se prometieron que vivirían su amor sin que importara nada, como siempre debió ser.
Howard y Myra, al cumplir 60 años de edad, decidieron unirse en matrimonio para siempre en el año 2015.
Ahora no se cansan de contar su historia a las nuevas generaciones para dar una gran lección. Ellos se arrepienten de no haber luchado hasta el final por su amor en su momento, pero sin duda eran otras épocas.
Lo que importa es que en la actualidad se aman más que nunca y son un gran ejemplo para muchos.
“Nos disfrutamos el uno al otro. Me alejé una vez; no volvería a marcharme nunca más», confiesa Howard.
Esta es una de las últimas imágenes que han compartido en sus redes sociales. ¡Más felices que nunca!
Es necesario que todos tomemos conciencia del daño que puede producir el racismo, una lacra que todavía permanece en muchas sociedades.
No te vayas sin compartir esta emotiva historia de amor, que parece de película.