Para el amor verdadero no hay distancia, ni diferencia de edad que pueda contra él. Sin embargo, esto que dicho puede sonar hermoso sabemos que en la realidad no siempre es así. Ya que por más puros que sean los sentimientos, en ocasiones cuando los contrastes en la pareja son demasiados, probablemente ese amor esté destinado al fracaso.
Pero nada de eso se aplica en la relación de Thomas Grieg, de 71 años y su esposa, Loire de Fales, de 23.
Así como lo oyes… Cuando Thomas tenía 48 años, Loire nacía. Pero los casi 50 años con los que se pasan no ha sido obstáculo para que su relación se fundamente en el amor, al punto de tener ya una hija en común.
Loire cuenta que se conocieron a través de Facebook, y fue así como se aventuraron en una relación a distancia que terminó en matrimonio.
Thomas es un empresario retirado que vive en Merseyside, Inglaterra, y Loire, una joven que vive en Cebu, Filipinas.
Después de sus innumerables mensajes a través de las redes y llamadas, finalmente dieron el paso y en 2014 se conocieron en persona en Cebu.
“Fue el destino. La primera vez que lo vi en Facebook pensé ‘wow parece mayor’, pero no se ve tan viejo como parece. Nos juntamos aquí en Cebu y tenía mucho miedo, y no sabía qué decir porque es mi primer novio.
Pero los sentimientos fueron recíprocos y ambos nos enamoramos. Para él fue amor a primera vista y para mí no, pero sí me sentía enamorada. Se sintió atraído a mi por ser linda y a mí me gustaron sus ojos azules”, comenta Lorie.
Increíblemente, apenas dos meses después de ese encuentro, Thomas ya le propuso matrimonio y tras 4 años de casados, su hija ya tiene 2 años de edad.
Sin embargo, no todo ha sido color de rosa para la inusual pareja. Como es de esperarse, muchos los juzgan, ya que aseguran que lo que hizo Thomas fue conseguirse una «esposa por correspondencia», o que simplemente se «compró una esposa joven». Pero lo importante es que su familia cercana sí la apoya, y eso es lo que le importa.
«Para nosotros la edad es solo un número. Es una cuestión de mentalidad, si no te importa no te molesta, eso nos decimos”, dice Lorie.
La familia de Lorie inicialmente dudaba del futuro de la relación, pero ahora al verla tan feliz y enamorada, no dudan en apoyarla porque esa ha sido su decisión.
Pero lo que muchos cuestionan es que Thomas no vive permanentemente con su esposa, ya que pasa en Filipinas durante 5 meses al año. El resto del tiempo hablan por Skype, y aunque Lorie reconoce que es difícil, ella lucha por su amor porque sabe que tiene que hacerlo funcionar.
Lorie dice que su pequeña «reconoce a su papá por videollamada y que trata de ver el lado positivo a todo esto».
¿Qué piensas de esta inusual relación entre un hombre de 71 años y una joven de 23? ¿Tú crees que puede tener futuro? Compártelo en tus redes.