Hay personas que hacen cosas extraordinarias y a pesar de las dificultades logran superarse a sí mismas y dar ejemplo. Son personas que llevan una vida normal, como tú o como yo, pero a las que un día les sucede algo que las cambia radicalmente, y en lugar de rendirse, siguen adelante y nos dejan historias para reflexionar.
La vida da muchas vueltas alrededor de lo incognoscible e inesperado, hoy estamos arriba y mañana podemos caer al precipicio, o viceversa. En este caso encontrarás un ejemplo de que, si las cosas se ponen difíciles, todo ello es temporal. Lo único que hay que hacer es perseverar.
Harry Sanders nació en Melbourne, Australia. Hoy tiene 22 años de edad, pero, siendo aún un adolescente tuvo que pasar un año entero de su vida vagando en las calles y pasando las noches debajo de un puente.
Con apenas 17 años de edad, la mayoría de las veces dormía con las estrellas del firmamento por techo, expuesto a la inclemencia del clima, o en ocasiones en albergues y, cuando tenía más suerte, se tendía sobre el sofá de algún conocido.
“La primera noche sin hogar fue la peor. No tenía ni idea de adónde ir, ni qué hacer. En ese momento, también solía pasar por los refugios pidiendo sobras de comida para comer durante el día.
También solía preguntar a diferentes establecimientos de comida si tenían sobras que no vendían durante el día”, recuerda con dolor y con una profunda humildad.
Y cuando decimos que la vida es cíclica y cambiante, no mentimos, ya que, hoy en día Sanders se ha convertido en millonario y, sobre todas las cosas en un gran ejemplo de constancia y superación para toda su generación con tan solo 22 primaveras.
¿Cómo lo hizo? Pues bien, resulta que un buen día al joven australiano se le ocurrió emprender su propio negocio con la creación de una empresa de marketing digital, tan de moda en estos tiempos, conocida como Studiohawk, misma que actualmente tiene oficinas en todo el país.
Sin embargo, no todo fue “coser y cantar” para Sanders. Tuvo varios tropiezos en un principio, pero, ninguno de ellos le hizo llegar a acariciar la idea de dejar el proyecto ni por un instante. He allí su potencial diferenciador y ejemplar.
El joven se valió de sus conocimientos en tecnología SEO y usó los teléfonos de los refugios para llamar a antiguos compañeros y ofrecer sus servicios, así logró conseguir un empleo.
Finalmente pudo ahorrar y mudarse a una casa compartida, en los siguientes tres años, en 2017, relanzó su empresa Studiohawk que ahora está valorizada en 1,5 millones de dólares.
Su empresa fue ganadora de los premios de negocios australianos para la innovación de categoría marketing 2019.
Quizás el principal motor para este joven valiente fue precisamente el cúmulo de malas experiencias vividas a las que se negaba a regresar, y que lo entrenaron bien para encarar y superar todas las adversidades.
Hoy Sanders quiere inspirar a otras personas que viven en situaciones similares y comparte algunas lecciones valiosas y motivadoras.
“Si quieres triunfar en la vida y en los negocios, valora una buena noche de sueño y usa solo lo que te haga sentir cómodo.
Deja de revisar tu teléfono móvil hasta las 3 de la mañana y descansa para que puedas dar lo mejor de ti. Además, usar un traje caro y personalizado es una bandera roja para muchos y puede dar una impresión equivocada”, explica.
Asimismo, Sanders considera que la situación de la calle le enseñó sobre la resiliencia y le ayudó a madurar.
Por eso, hoy pide a la gente que cuide bien de su dinero y reduzca el gasto inútil. Dice que su éxito se debe a la falta de comodidades, de un hogar. Sin eso, no habría estado tan presionado para vencer como lo ha hecho.
Comparte esta historia de resiliencia y perseverancia con tus familiares y amigos. Ten claro que el éxito no se obtiene superando a los demás, sino superándote a ti mismo.