Payton Hayne, un pequeño de tan solo cinco años originario de Sebring, Florida que necesitó múltiples cirugías para corregir problemas del cráneo, recibió una agradable sorpresa cuando le regalaron un muñeco hecho con las mismas cicatrices que él tenía en su cuerpo.
El niño nació con craneosinostosis, y tiene además hidrocefalia. A los tres meses de vida fue intervenido quirúrgicamente, y el pasado año fue sometido a otra, dejando una cicatriz de casi 12,70 centímetros en la parte posterior del cráneo y en el abdomen.
Desde la última operación el niño no ha podido volver a las clases de la Escuela Primaria Cracker Trail, donde estudiaba, y su madre, Kristin Haynes, trabajaba como maestra.
Payton es un sonriente gran luchador de la vida
Los alumnos de segundo grado de esa escuelatenían como actividad en el año buscar dos buenas causas para ayudar. En los últimos meses recaudaron casi 500 dólares de fondos y una vez que conocieron la historia de Payton decidieron apoyarlo a él.
Liz Prendergast, la maestra principal de la escuela consultó a la madre del niño qué cosas especificas podrían hacer por él.
«Me acerqué a su madre para obtener algunas ideas de algo que podríamos hacer por él», dijo la maestra.
La madre siempre pensó que no había muñecos personalizados para las necesidades de cada niño. Y deseaba que su hijo tuviera uno que se pareciera a él, con sus cicatrices incluidas.
«Ella mencionó el muñeco, dijo que escuchó sobre ellos y pensó que sería genial conseguir un muñeco para él», comentó la maestra Prendergast.
La maestra y los alumnos se encargaron de buscarlo y contactaron a Amy, una madre de tres hijos en Wisconsin que hace muñecos personalizados a través de su organización sin fines de lucro, “Muñecos como yo”.
Amy tenía una lista enorme de personas que esperaban su producto, pero cuando supo del caso de Payton, se dedicó a él, lo más rápido posible. En un fin de semana lo entregó a los niños de la escuela, quienes se lo harían llegar en persona.
El último día de clases, los emocionados estudiantes invitaron a Payton a la escuela para entregarle su muñeco.
«Fue conmovedor verlo mirar al muñeco la primera vez y reconocer que su muñeco tiene las mismas cicatrices que él», dijo la madre Kristen Haynes.
El chico estaba feliz con el regalo y agradeció a todos sus compañeros.
“Se parece a mí’, decía Payton.
Lo primero que hizo fue quitarle los zapatos porque a el no le gustaba usarlos y quería fuesen idénticos en todo. También le entregaron dinero para comprarse ropa y otras cosas que necesitara.
“Estaba muy conmovido por la amabilidad de los niños. Dio tantos abrazos, fue muy dulce», dijo su madre.
El niño le puso por nombre a su muñeco “Pequeño Payton”, eso conmovió a todos. Ya tendrá quien lo acompañe en cada visita médica y en todas sus actividades escolares.
Haynes y su esposo planean usar el muñeco para ayudar a educar a los compañeros de clase y amigos de Payton. La familia se ha convertido en embajadora de la importancia de crear conciencia sobre la hidrocefalia y la gravedad de la condición de Payton, en la que algo tan simple como un dolor de cabeza podría significar otra cirugía para él.
Deseamos que Payton siga adelante con sus proyectos, que tenga una vida feliz y sana al lado de su nuevo amigo.
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