Por lo general cuando la gente es citada a la corte, se espera cierto nivel de comportamiento y de presentación, cosas de las que muy obviamente carece Carolann Gallon, quien se presentó a la corte con una sudadera que tenía una hoja de cannabis estampada y el mensaje “adicta”, demostrando una actitud desinteresada acompañada por su estrambótico estilo de cabello, variedad de pircings.
La joven tiene 22 años y es madre de dos niños, todo esto nos permite imaginarnos la triste y grotesca situación mental en que se puede encontrar esta joven, sin mencionar que ella no es sino una de 17 hermanos de diferentes madres, todos engendrados por el mismo padre.
Ya con esa pintoresca imagen se puede especular sobre las malas decisiones que llevaron a esta joven ante la corte, a pesar de que sus vecinos habían presentado numerosas quejas sobre las salvajes fiestas que Gallon organizaba ya bien entrada la noche, las razones por las que la joven fue convocada ante un jurado son tres ofensas cometidas entre sus 17 y 19 años.
Sin embargo, como si no tuviera importancia, después de la sesión judicial, Gallon salió muy tranquila del recinto mientras fumaba un cigarrillo y tomaba de una lata de Red Bull.
Finalmente, hoy se tienen los detalles completos que escondían las tres ofensas antes mencionadas; Carolann Gallon era la organizadora de un grupo sexual de grooming en Newcastle, en el que chicas jóvenes eran compartidas entre varios hombres asiáticos para ser abusadas sexualmente, en el grupo también se facilitaba el consumo de alcohol y sustancias ilícitas.
El trabajo de Gallon era simple: reclutar a las inocentes jóvenes, por lo general blancas, para ser pasadas a los hombres mayores quienes eran principalmente asiáticos nacidos en Inglaterra.
La pandilla ha sido arrestada por alrededor de 100 crímenes, en los cuales se incluyen violación, tráfico humano y conspiración para incitar a la prostitución. Durante el juicio y en su defensa, la joven Gallon quiso pintarse a sí misma como una víctima más de toda la organización. Ella decía:
[Las víctimas] no deberían beber tanto. Si quieren ir con ellos, tienen su propia conciencia para salir con la gente. No son niños, tienen 15 o 16 años. Si están vulnerables [borrachos] es porque van a hacer algo, ¿por qué estar borrachos en primer lugar? Es auto infligido, no tengo duda”.
En su mente retorcida, el hecho de que las pequeñas menores de edad bebieran de más y se drogaran (del alcohol y las drogas que ellos mismos le proporcionaban, cabe destacar) era evidencia de que sabían lo que iban a hacer y de que estaban de acuerdo con eso.
Según ella, esto no era un claro comportamiento de que estas pobres jóvenes sólo querían alejarse de su terrible realidad.
Sin embargo, no se puede esperar demasiado de la acusada que proviene de una familia terriblemente disfuncional en la cual incluso su madre la menciona en Facebook como la “perra número 2” en incontables ocasiones. Fue así como Gallon terminó por unirse a esta banda criminal donde se encargaba de capturar y sonsacar a jóvenes de entre 13 y 25 años a venir con ella. Muchas de esta mujeres y niñas estaban huyendo hogares de acogida, y ella se aprovechaba para llevarlas consigo.
Una menor de 13 años que fue atacada por primera vez en 2012 por esta banda cuenta a la corte través de su trabajadora de salud mental:
Me hirieron más allá de la imaginación, físicamente, emocional y psicológicamente”.
Afortunadamente, para el juez todo estaba claro y las escusas de Gallon sobre su inocencia y sobre ser una víctima no eran más que eso: escusas. A pesar de que su abogada, Uzma Khan, insistía en que era el típico caso de “abusada” que se convertía en “abusadora”, el juez no cayó en esto, y firmemente le dijo:
Te describiste a ti misma como una víctima. Ha habido amplias oportunidades para que usted haga quejas sobre estos asuntos. Nunca has elegido hacerlo. El resultado es que sus quejas nunca han sido probadas en la corte”.
El padre de Gallon, Jimmy Gallon, actualmente de 63 años y doblemente amputado habiendo perdido sus piernas debido a la diabetes, es incapaz de decir nada en contra de su hija.
Es una buena hija, es buena para su padre”, insiste constantemente. “Ella me cuida ya que necesito ayuda luego de haber perdido las dos piernas, no es tan mala como la hacen parecer”.
Pero nada de lo que haga ocultará ni borrará el daño que le hizo a decenas de mujeres, las cuales tendrán que vivir con esas terribles memorias por el resto de su vida. Gallon fue sentenciada a seis años y tres meses, mientras que otros miembros de la banda fueron sentenciados hasta con 29 años de cárcel.
¿Crees que este tiempo es suficiente para pagar todo el daño que le han hecho a una cantidad increíble de mujeres? Deja tus comentarios y no olvides compartir.