Francis Jacob, mejor conocido como Franz, es un reconocido peluquero originario de Canadá, cuya fama se ha extendido no sólo por ser muy bueno en su trabajo, sino por tratar a sus clientes como lo que son: personas.
Sin embargo, nunca imaginó que cortarle el pelo a un pequeño con autismo, le ganaría los aplausos de millones de personas en el mundo entero después de que la madre del niño compartiera la más tierna imagen que se hizo viral.
Franz tiene su peluquería con ambiente retro en la ciudad de Rouyn-Noranda, en Québec, a unos 600 kilómetros al noroeste de Montreal.
Y desde hace 2 años que tiene un cliente muy especial: Wyatt Lafrenière, un pequeño autista de 7 años de edad.
Pero resulta que a Wyatt no le gusta para nada quedarse tranquilo para que le corten el pelo, como lo harían otros niños. Según su madre, Fauve Lafrenière, en ocasiones sufre de hipersensibilidad y no tolera que le toquen el pelo, por lo que las visitas a la peluquería suponían un verdadero suplicio… ¡Hasta que conoció a Franz!
Detrás de su rudeza aparente y sus musculosos brazos llenos de tatuajes se esconde la ternura más grande y la capacidad de saber descubrir que cada persona es diferente.
Así que uno de los días en que a Wyatt le tocaba su corte de pelo, a Franz no le quedó otra opción que literalmente «tirarse al suelo» siguiendo al pequeño… Era la única forma de poder terminar y que el niño no se lo pasara mal.
La madre, conmovida por el gesto del paciente peluquero, no pudo dejar de compartir la imagen en Facebook:
«Por cierto, ¿tienes ese barbero que lo da tanto? Mi hijo sí ¡EL MEJOR!», escribió la mujer.
«A veces le corto el pelo parado, otras sentado sobre una silla y después la otra, sentado sobre el regazo de su madre… Esta vez me tocó terminar en el suelo«, comenta Franz con una admirable sencillez.
También ha revelado que le reserva una cita para el final del día para poder dedicarse enteramente a él.
A Franz le toma 75 minutos cortarle el pelo al pequeño.
«Es un héroe de todos los días. Se encarga de todo, no tengo que hacer nada, me quita un gran peso de encima», confiesa Fauve.
«Es fantástico, siempre lo recibe como si fuera su gran amigo y mi hijo está fascinado. Hace todo lo posible para que esté cómodo. Pensé que sería imposible encontrar un lugar así», comenta la madre.
La madre de Wyatt quiere aprovechar la viralidad de la imagen para difundir un mensaje de empatía y de la maravilla de que exista en el mundo almas comprensivas que saben acercarse a las personas diferentes… ¡Expertas en humanidad!
Franz, por su parte, nunca imaginó que su gesto diera la vuelta al mundo:
«Reconozco que me emocioné y lloré al verla por todos lados. No me gusta que me llamen héroe, sólo trato de hacer lo mejor para mi comunidad».
Además, dijo que también atiende a personas que sufren enfermedades terminales y que le piden un último corte de pelo. «Por momentos como esos, mi trabajo vale la pena», concluyó.
Puedes saber más de este héroe en su cuenta de Facebook. No te vayas sin compartir con el mundo esta conmovedora noticia.