Los parques siempre son el lugar perfecto para disfrutar un día diferente con nuestros seres queridos, respirar aire puro y divertirnos. Sobre todo para los más pequeños de la casa visitar un parque suele ser ideal.
Pero para este parque quizás no sea tan bueno llevar a los niños, porque las “atracciones” tienen como protagonista una parte del cuerpo que jamás asociarías con la imagen de un precioso y verde espacio para recrearse en medio de jardines florales.
Estás a punto de conocer a “Penis Park”, un parque ubicado en la costa de Sinnam, en Corea del Sur donde lo que más abunda son figuras de penes, sí, penes.
Todo fue creado gracias a la leyenda urbana que forma parte de la cultura de esta localidad.
Según la leyenda, un pescador dejó a su novia, que era virgen, descansando sobre la superficie de una roca para que lo esperara mientras él iba a pescar al mar.
Mientras él pescaba, vino una gran tormenta que le causó la muerte a su novia.
Desde entonces, se estableció como una creencia que si una mujer era virgen y moría en medio de una tormenta caería una maldición.
Así que después de esa tragedia, los pescadores de la aldea no podrían pescar más en ese lugar.
Entonces pensaron en la idea de construir penes enormes alrededor del lugar para “tranquilizar” el espíritu de la joven fallecida.
De esta forma, tendrían la solución para que cesara la maldición y los pescadores pudieran seguir trabajando para mantener a su familia.
Desde que pusieron en práctica ese ritual y los penes estaban presentes en la costa finalmente los pescadores volvieron a pescar, todo estaba solucionado.
Ese fue solo el comienzo, porque los penes se convirtieron en una gran atracción y en un amuleto de buena suerte.
Haeshindang Park (해신 당 공원), es un parque que diseñaron para recrear la leyenda y hoy es un destino muy concurrido por turistas alrededor del mundo.
En el parque hay penes de todos los tamaños, colores y tipos, y los visitantes no dudan en tomarse las más creativas fotografías para tener un memorable recuerdo de este lugar tan particular.
Es insólito, pero miles y miles de personas quieren conocer en vivo a “los penes” que salvaron a los pescadores aldeanos de esa maldición.
En cada rincón hay uno, incluso en medio de flores coloridas o con un rostro sonriente. Para algunos usuarios de las redes sociales, este lugar no está bien visto, ha generado mucha polémica.
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