Si hay algo en lo que todos podemos estar de acuerdo es que los nervios suelen jugar un papel importante durante las primeras citas, sobre todo cuando no conoces a la persona y es la primera vez que te vas a encontrar con ella. ¿Cómo lucirá en verdad? ¿Qué hago si no me gusta? ¿Me veo bien? ¿Cómo debo actuar? son tan solo unas pocas de las miles de preguntas que se nos cruzan por la mente.
En ocasiones, nos preocupamos en extremo por que todo salga perfecto… Tanto, que esa misma ansiedad puede llevarnos a un «perfecto» desastre. Lamentablemente, ese es el caso de una mujer de Bristol, Inglaterra, que terminó atrapada de cabeza en el lavabo de su cita, un simpático chico que había conocido por Tinder.
Claro que esto no es lo peor: la razón por la que terminó en esta aparatosa situación es tan bochornosa y singular que su historia se hizo tendencia en Internet.
Todo parecía ir de maravilla durante la cena y, como la noche aún era joven, Liam Smyth decidió invitar a su a cita a tomarse unas copas de vino y ver un documental sobre la cienciología en su casa.
Pero todo se fue por el desfiladero cuando la joven, cuyo nombre no sabremos por obvias razones, se excusó para ir al lavabo.
A partir de entonces todo se convirtió en una verdadera pesadilla: cuando la chica tiró de la cadena, luego de hacer del «número 2», el inodoro se atascó. Víctima del pánico, esta pobre mujer tomó la peor decisión posible: metió la mano dentro de la taza, extrajo el popó, lo envolvió en papel… y lo tiró por la ventana.
Pero para desgracia de todos, la ventana no da a un patio, sino a un espacio vacío entre esa y otra ventana, al que no es posible acceder. Por esta razón, a la desafortunada joven no le quedó de otra que confesarle a su cita todo lo que había hecho en el lavabo.
Afortunadamente, Liam resultó ser un chico muy comprensivo y, una vez superada la conmoción, le ofreció su ayuda para solucionar juntos el problema, siendo su primera opción buscar un martillo para romper el vidrio de la ventana.
No obstante, la joven tuvo una mejor idea, o al menos eso fue lo que creyeron en el momento: trepar hasta el orificio superior de la ventana, lanzarse de cabeza para coger el vergonzoso paquete y deshacerse de él debidamente. Claro que esto resultó en un completo caos y, en un abrir y cerrar de ojos, la chica terminó atascada entre las dos ventanas.
Tras unos largos minutos de desesperación y la intervención de los bomberos, la joven pudo salir de su encierro ¡Y sin un rasguño! Lamentablemente, la ventana de Liam no tuvo la misma suerte y terminó hecha añicos luego del rescate. Algo que preocupó mucho al estudiante de postgrado de sociología, quien convencido de que el propietario del apartamento lo iba a matar, decidió abrir una campaña en GoFundMe para recolectar fondos destinados a la reparación de la ventana.
«Usé tu lavabo para hacer popó», me dijo, «pero el agua no bajó, no sé por qué hice eso, me puse muy nerviosa», recuerda Lyan.
Por su parte, los bomberos de Bristol también comentaron el incidente en su página web: «A pesar de que estuvo de cabeza durante 15 minutos, acompañada por unas cuantas arañas, la joven no resultó herida y se sintió muy aliviada cuando salió». También aclararon que, si bien se topan con accidentes extraños todo el tiempo, nunca en sus vidas habían visto algo parecido, «sobre todo por el motivo que la llevó a terminar atascada allí».
La chica logró salir sana y salva, sin embargo, Liam terminó con una deuda de $390 por el vidrio roto.
Por su parte, la chica de la «cita más vergonzosa de la historia» también aprovechó para hablar de lo sucedido:
«Lo que hice fue consecuencia del pánico. Apenas lance el popó supe que había cometido un terrible error. Claro que me pude haber ido sin decirle nada (a Lyam), pero no pude hacerle eso (…) A veces, tomo malas decisiones, pero no soy una mala persona y, para mí, huir de esa forma es hacer algo malo».
«Vivimos en un área donde hay muchos indigentes y drogadictos, pensé que si lanzaba el popó al jardín, jamás sospecharían que había sido yo», explica la joven.
La campaña de Liam, la cual, cabe destacar, fue aprobada anteriormente por la chica, pronto se hizo viral y no solo recaudó los fondos necesarios para reparar la ventana, sino que alcanzó los 3,550 dólares. Como varias compañías de ventanas se ofrecieron a hacer el trabajo de gratos, el joven decidió que todo el dinero será destinado a dos fundaciones sin fines de lucro: la del departamento de bomberos de Bristol y Toilet Twinning.
Asimismo, este chico de gran corazón y sentido del humor, asegura que no descarta la posibilidad de volver a ver a la chica que terminó encerrada en su lavabo, aunque por el momento se encuentra muy ocupado con sus deberes académicos.
¿Qué habrías hecho tú en el lugar de la chica? ¡Comparte y comenta esta divertida historia con todos tus conocidos!