El peor sufrimiento para un padre es ver a un hijo enfermo, harían lo que fuera porque ese dolor fuera el suyo y se curaran para siempre. Y cuando esa dolencia es algo más grave, como un cáncer terminal, es algo que destroza las entrañas de cualquier madre.
Es el calvario por el que atravesó Ruth Scully con su hermoso hijo Nolan Scully, de 4 años, al ser diagnosticado con un rabdomiosarcoma, un cáncer agresivo que ataca los tejidos blandos.
Ruth compartió todas sus luchas a lo largo de la enfermedad de su hijo en Facebook.
El pequeño Nolan fue diagnosticado por primera vez cuando apenas tenía 3 años de edad. Fue sometido a una serie de tratamientos muy dolorosos y molestos durante más de un año, pero jamás perdió la esperanza, la sonrisa y sobre todo el profundo amor a su madre y a toda su familia.
Nolan fue un niño que siempre desprendió luz, cada enfermera y cada médico que lo trataba salía fortalecido, pero lo más conmovedor es que siempre trataba de que su madre sufriera lo menos posible con su enfermedad. Si se quejaba menos, o nada, era para que Ruth no lo pasara tan mal viéndolo así.
Su madre publicó una imagen que se volvió viral rápidamente, ya que reflejaba la conexión única entre ambos.
«Para algunos, esta imagen parece un niño acostado en el suelo de un baño. Lo que no ves es que mi hijo de 4 años tiene miedo de estar en una habitación sin mí, por lo que se queda en el baño mirando la puerta de mi ducha cuando estoy a punto de entrar».
Una imagen conmovedora como desgarradora.
Nolan buscó consuelo en su madre cada minuto, cada segundo a lo largo de su enfermedad. Al punto que tenía pánico de separarse de ella, por lo que nunca quiso que se fuera de su lado, ni siquiera cuando ella se duchaba. Lo que Nolan haría en su lugar sería esperarla en la alfombra del baño hasta que ella hubiera terminado, era lo único que le hacía sentirse seguro.
Pero la enfermedad de Nolan no perdonó ese amor entre madre e hijo, y a pesar de que le extirparon un tumor por completo, el cáncer tomó los pulmones, los bronquios y el corazón, a pocas semanas de una cirugía de corazón abierto.
Los médicos, por más que querían dar otras noticias, no tuvieron más que decirle a la madre que a Nolanya le quedaban pocas horas de vida. Por lo que le aconsejaron que se asegurara de que tuviera sus mejores últimos momentos a su lado, y le instalaron prácticamente una clínica en casa.
A su corta edad, Nolan sabía que había llegado el fin, y en su inocencia empezó a dividir sus posesiones favoritas: sus peluches, asegurándose de que todos se quedaran con alguno.
Dijo que quería ser recordado como un oficial de policía porque eso es lo que quería ser de mayor y luego pasó a planear su funeral.
Después pasó viendo videos con su madre y sonreían tanto como podían. En un momento, Ruth le pidió permiso para poder irse a duchar, como lo había hecho otras veces. Ella sabía que se acercaba el último minuto y quería estar preparada para ello.
Como siempre, Nolan aceptó pero la esperó en la alfombra de la ducha, sin embargo al terminar de ducharse Ruth encontró que su hijo había entrado en coma. El personal médico corrió a atenderlo, y ella corrió hacia su hijo. Pero de pronto, algo extraordinario sucedió, a pesar de que Nolan tenía un pulmón colapsado, despertó sólo para decirle a Ruth:
«Te amo mami», mientras ella le cantaba “Tú eres mi sol”.
Pocos minutos después, Nolan se fue para siempre.
Tras un año de una pesadilla indescriptible, su ángel consiguió sus alas, pero ella estaba lógicamente devastada. Y acudió a Facebook para complementar aquella foto de la alfombra, con otra que conmovió aún más. Y relató toda la historia de su pequeño en una publicación que ha sido compartida más de 900.000 veces.
«Abajo hay una foto que pareció llamar la atención de todos porque mi hijo estaba aterrorizado de separarse de mi lado, incluso mientras me bañaba. Ahora soy yo la que está aterrada de ducharse con nada más que una alfombra de ducha vacía, donde una vez un hermoso niño pequeño yacía esperando a su mamá», escribió la madre.