Es bastante curioso que nuestro cuerpo tenga características que nunca serán iguales a las de alguien más. No importa cuánto aparente ser normal, siempre habrá un detalle que nos vuelva únicos, sin embargo, no todo el tiempo se tratará de algo bueno.
Por ejemplo, Jayne Hardman, una mujer de Redditch, Reino Unido, había pasado más de 40 años con un estilo de vida normal, hasta que durante una sesión de juegos con su mascota, una perrita llamada CeCe, recibió un fuerte golpe en su nariz.
En el 2012, CeCe golpeó la nariz de Hardman ocasionándole una gran inflamación y dolor. Cuándo Jayne se dirigió a la sala de emergencia más cercana, los médicos le dijeron que se trataba de una fractura y que debía colocarse hielo.
Hardman, siguió las indicaciones de los médicos pero seis meses después su nariz no mejoraba, incluso empeoró. Se dirigió nuevamente al hospital en busca de respuestas, desafortunadamente, muchos de los médicos dudaban sobre el motivo por el cual su nariz se había hinchado más comprometiendo su tejido.
Después de varios encuentros entre especialistas y una serie de estudios, los médicos llegaron a la conclusión que Jayne Hardman, tiene una condición llamada granulomatosis de Wegener, este trastorno provoca inflamación de los vasos sanguíneos.
La inflamación no permite la irrigación de varios tejidos y órganos de nuestro cuerpo, como lo es la nariz, que con el tiempo puede causar daños de gravedad.
En el caso de Handman, el tejido de su nariz se fue pudriendo al no recibir la sangre oxigenada necesaria para que sus células estuvieran vivas.
Los médicos al darse cuenta que el daño de la nariz seguiría ocasionándole daño a su cuerpo, no tuvieron otra opción que extirpar la nariz y así evitar que otra parte del cuerpo estuviera expuesta.
Por tal proceso de extirpación, Handman tuvo que vivir con un gran orificio en medio de su nariz, lo que complicó parte su estado emocional y social. Así que la mujer trató de buscar a un profesional que pudiera solucionar su apariencia.
Handman quería usar una prótesis para ocultar el agujero que quedó después que extirparan su nariz. La razón principal es lucir un rostro normal, pero también tener una forma que evite que el espacio quede expuesto al ambiente.
Ahora, después de 6 años del accidente, Handman recibió una gran noticia que le ha cambiado la vida. Los médicos lograron fabricar un par de prótesis que calzan perfectamente en su cara y la hace lucir una apariencia normal.
La mujer está muy feliz, después de tantos años, ahora tiene más libertad de salir sin preocuparse por su salud y tampoco sintiéndose juzgada por los demás. Es hermoso cómo cada persona logra superar sus barreras y alcanzar la felicidad que se habían propuesto.
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