Lamentablemente, cuando los caninos alcanzan una edad muy avanzada existen muchas personas que deciden abandonarlos, o bien terminar sus días por medio de la eutanasia, sobre todo si estos sufren alguna enfermedad.
Sin embargo, esta no es razón suficiente como para privar a un ser vivo de hacer de sus últimos días los mejores de su vida. Y eso exactamente fue lo que sucedió con este pequeñito llamado Melvin. Sus días estaban contados ya que por ser viejito sus dueños habían decidido terminar con su vida y con su «sufrimiento». Debido a que el adorable perrito posee un soplo en el corazón, varios dientes podridos y algunas otras afectaciones causadas por la edad.
La eutanasia permite una muerte sin dolores, molestias ni sufrimientos físicos, sin embargo Melvin no estaba padeciendo ninguno de estos síntomas.
Este es el adorable Melvin, como los buenos vinos 😉 o al menos eso pareciera…
Melvin fue programado para ser sacrificado el día que Christina Hackett de la Fundación de Animales de América (AFA por sus siglas en inglés) se presentó en un refugio de Los Ángeles, California y lo rescató. «Llegué allí dos minutos antes de las cinco, cuando iban a cerrar», dijo Christina.
Y fue entonces cuando Melvin comenzó a sentir nuevamente el tiempo en manos de la naturaleza
Después de una evaluación médica completa, los equipos de rescate de Melvin tomaron una decisión difícil. Sus dientes estaban tan mal, que tendrían que ser removidos por completo.
Pero ese proceso podría agravar su falla en el corazón, ya que a su edad ponerlo bajo anestesia pondría en riesgo su vida. Así que decidieron dejar a la naturaleza seguir con su trabajo.
Los rescatistas decidieron que la vida de Melvin era más importante que cualquier arreglo dental
Lo mejor de su rescate es que cada cuantas semanas, animalitos de edad avanzada como Melvin son recogidos de sus refugios y llevados a la casa de Christina, donde hay un balneario y pueden disfrutar de un día completo de spa y olvidarse así de sus males.
«Se les arreglan las uñas. Se bañan cómodamente, simplemente tienen un gran momento», agregó Christina.
Al final esta lujosa experiencia es una forma de demostrarle a estos pequeñitos que sin importar los años, la vida está para disfrutarse y qué mejor que disfrutando de un spa en compañía de amigos. Fue así como nuestro amigo Melvin dejó a un lado la eutanasia y terminó en un maravilloso spa. ¡Bravo Melvin, sigue disfrutando de la vida!
¡No olvides compartir esta inspiradora historia con tus amigos y recuerda consentir a tus mascotas desde que nacen hasta sus últimos días, sin duda lo merecen!