Para un perro que ha pasado tantos tragos amargos en las calles, la confianza hacia los humanos es algo que muchas veces se ve fracturada.
Aunque existen personas de buen corazón que se conmueven ante las necesidades de los callejeros, otras los ahuyentan e incluso llegan a lastimarlos.
Por esa razón no es de extrañar que el gran pirineo de esta historia hiciera lo imposible por no dejarse atrapar por sus rescatistas.
Las personas solo querían ayudarlo pero el perro no confiaba en ellos.
El nombre de este desconfiado peludo es Miles y por más de un año tuvo a diferentes personas siguiendo sus pistas con la única intención de rescatarlo, pero su amargo pasado no le permitía confiar en las buenas intenciones de los desconocidos.
El can siempre se mantenía alerta ante la presencia de los humanos.
En un vídeo que se compartió en Youtube y redes sociales, se observa al perro batallando hasta el último momento con los rescatistas de A SafeFurr Place Animal Rescue.
Esta historia se hizo realidad gracias al esfuerzo de la animalista Megan, una mujer de Florida que al conocer el caso se prometió a sí misma que haría todo lo posible por sacarlo de las calles.
Su promesa fue cumplida.
Diferentes grupos de rescate habían estado tras la pista del perro por más de un año y algunos vecinos solían alimentarlo con la intención de capturarlo, pero Miles resultó ser un chico muy escurridizo.
Aunque detrás de esa actitud solo había un perrito necesitado.
Por eso, pese a lo problemático que fuese el caso, la chica no se dejaría vencer. A Megan le preocupaba pensar en todas las necesidades que el perro estaba pasando, así que en su primer contactó intentó convencerlo de ir a casa con ella.
En un intento por ganarse su confianza, incluso le ofreció alimento, pero Miles no estaba preparado para que invadieran su espacio.
El perro no se mostró para nada agresivo, pero sí bastante desconfiado y apenas Megan hizo el intento de acercársele más, Miles se pone de pie.
“Te vamos a sacar de aquí. Te conseguiremos una casa. Está bien. Ven aquí. Está bien, bebé ¿quieres galletas?”, dice Megan en la grabación.
Previo a ese momento, la mujer ya había mapeado la zona con los lugares que el perro solía visitar y determinar así en qué espacio sería más conveniente atraparlo.
Pero apenas quiso acercársele el perro se negó y fueron necesarias unas seis horas más para lograr el objetivo.
Megan no estuvo sola en la empresa, sino que buscó ayuda de los voluntarios de SafeFurr Place Animal Rescue. Fueron ellos quienes se encargaron de acorralar al perro en un parque de mascotas que estaba en la zona.
Ese parecía ser el espacio más indicado para llevar a cabo el plan de rescate sin que Miles lograra huir.
Y, como en otros rescates, en el caso de este perro la comida jugó un papel fundamental ¿Qué perro callejero se podía resistir a unas salchichas? Pues claramente Miles no lo hizo.
Después de correr intentando escapar, el can dejó de lado su miedo y dócilmente se dejó poner el collar por uno de los voluntarios.
Ese momento fue único para Megan, quien no podía creer lo que acababan de lograr.
El perro huidizo que escapó de la ayuda para más de un año estaba ahora en su poder y a partir de allí su historia podría cambiar.
Muchas personas querían ayudar a Miles, así que cuando fue rescatado lo llevaron al Mad Love Animal Rescue.
Se trata de un refugio en el que este bello pirineo podrá empezar una nueva vida.
Aunque ahora el perro está acostumbrándose a su libertada restringida, comprendió que en ese lugar está seguro y tendrá siempre comida calientita.
ACTUALIZACIÓN: