Bear era un perro callejero, posiblemente abandonado, que había recibido malos tratos. Se encontraba viejo y feo, aunque tuvo la suerte de ser rescatado por una protectora de animales que decidió ponerlo en adopción en vez de sacrificarlo. No existían muchas posibilidades de ser adoptado por su corta esperanza de vida y su aspecto. Sin embargo, una familia lo hizo, ¡y los resultados fueron asombrosos!
Estaba perdiendo el pelo, y el poco que quedaba no era precisamente suave y sedoso. Era más esqueleto que perro y sus ojos tristes sólo dejaban ver cansancio y soledad. Con 16 años de vida, lo único que esperaban era que muriese pronto. Pero gracias a una ejemplar familia, comida, cuidados y muchos mimos, Bear ha llegado a ser un perro saludable y totalmente transformado.
¡Tienes que ver el diario de Bear! Se me eriza la piel y se me agita el corazón, es tan conmovedor como asombroso. Esto es la muestra de lo que significa ser humanos, tratando a otros seres con amor y respeto.
Ésta es la ficha de información de Bear en el refugio de animales. «Nadie adoptaría a un perro tan viejo y feo», pensaban.
Sin embargo, una familia tranquila y cariñosa decidió adoptarlo sin importarle su apariencia o su edad. Aquí lo vemos de camino a su nuevo hogar: «¡Qué nervios!»
Estaba tranquilo porque ya no sería sacrificado, pero por alguna razón seguía melancólico y triste al principio. 🙁
Cambiaron su nombre por el de Norman; tenía que cortar con su antigua vida y empezar de nuevo. Norman pronto encontró su lugar favorito para dormir la siesta 🙂
Los primeros días no paraba de dormir. Necesitaba recuperarse de una grave desnutrición y toda una vida de maltratos. 🙁
Su nueva familia le dio el amor y los cuidados que necesitaba ¡Por fin comenzó a vivir la buena vida!
Poco a poco ganaba peso y su salud mejoraba. Su carácter noble y tranquilo alegraba mucho a la familia. 🙂
Sus ojos ya no están tristes ni desanimados, Norman mira a su familia con dulzura y agradecimiento. ¡Qué ojitos!
Ahora que su vida es diferente, su look también es diferente. ¡Mira qué hermoso está!
Este perrito, con su mirada rota y triste, aguardaba pacientemente la muerte. Pero todo cambió. ¡Ahora está saludable y vive sus últimos años pleno y feliz! Esta historia en verdad ha conmovido mi corazón, sin duda la adopción no sólo salva vidas, también las vuelve mucho mejores.
Si estás a favor de la adopción sin importar su edad, raza o condición, ¡COMPARTE esta gran historia!