El trabajo en un hospital puede llegar a ser muy duro y someter a mucho estrés a miles de médicos que día a día dan lo mejor de sí para salvar a todas las personas que llegan allí. Sin embargo, hay otros héroes anónimos que pocas veces reciben el crédito por la incansable labor que realizan para ayudar a que un hospital funcione correctamente: las enfermeras.
La protagonista de esta historia es una pareja que vive en la ciudad de Roma en Nueva York, Estados Unidos.
Philip Urtz es el esposo de una enfermera llamada Jessica y tras varios años de ser testigo del enorme esfuerzo que su esposa dedica cada día a sus pacientes decidió hacerle un lindo homenaje en las redes explicando lo mucho que la admira por toda su fortaleza y su empeño al trabajar.
“Mi esposa es mi heroína”.
Todo comenzó con una fotografía de Jessica cenando minutos después de haber llegado de una larga jornada de trabajo. Philip la observó y se dio cuenta de lo importante que era este momento para su esposa.
Llegaba agotada después de una jornada de trabajo de 14 horas y en apenas unas pocas horas más lograba recuperar sus fuerzas para volver a empezar su rutina al día siguiente.
“Ella cuida de las personas que se encuentran enfrentando el peor día de sus vidas. Gente con parálisis cerebral por accidentes automovilísticos, caídas, fracturas, daño cerebral y mucho más”.
Al ver a su esposa tan fatigada, Philip pudo reflexionar sobre la cantidad de vidas en las que su esposa tenía un impacto tan importante.
“Suele trabajar incluso cuando tiene su hora de almuerzo. Casi nunca tiene tiempo de sentarse. Llega y se quita los zapatos que usualmente caminan entre sangre y lágrimas. Lo único que quiere hacer es sentarse”.
Las largas y tensas jornadas de trabajo a las que se someten las enfermeras hacen que en muchas ocasiones no puedan comer ni descansar. Este trabajo puede ser abrumador en muchas ocasiones, y si las cosas no salen bien con los pacientes, Jessica puede llegar a su casa sintiéndose muy triste.
“No le pregunto cómo ha ido su día porque a ella no le gusta hablar sobre el trabajo cuando está en casa. Cuando quiere hablar, la escucho. A veces viene feliz y a veces viene triste. Pero no importa cómo se siente, siempre se encuentra lista para la siguiente jornada de trabajo”.
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Las conmovedoras palabras de Philip no tardaron en volverse completamente virales. Muchas personas han agradecido todo el apoyo que le da a su esposa quien constantemente da lo mejor de sí para salvar cientos de vidas.
Te invitamos a compartir estas lindas palabras de Philip para crear conciencia sobre el valioso trabajo de las enfermeras en todo el mundo.