Hay muchos tipos de amores en la vida, pero sin duda que el de madre trasciende a todos a pesar del tiempo. Una octogenaria progenitora lo sabe muy bien, durante cincuenta años atesora en sus manos la fotografía de su hijo con la esperanza de encontrarlo y mirar su rostro de nuevo.
Se rehúsa a olvidarse de su amado hijo
María de la Luz Gómez Mendoza tiene actualmente 87 años y cada día de su vida está impregnado por una gran tristeza, vivió el momento más doloroso, su pequeño hijo de dos años fue separado de ella. Enrique Rodríguez Martínez, quien era su esposo, se lo llevó lejos y nunca más ha podido verlo.
“Me separé de mi esposo y él se llevó a mi hijo, sin autoridad mía. Ya nunca me lo regresó, se fue a vivir con mi suegra y ya no supe de él, lo busqué por mucho tiempo. Como se cambiaron por donde vivía ya no los volví a localizar”, dijo la triste madre.
Ha vivido una terrible pesadilla desde que le arrebataron a su hijo
Desde ese instante, la tristeza la embargó y a pesar de que no ha dejado de buscarlo no tiene información de él, en su mano siempre tiene la fotografía de su hijo y la muestra donde quiera que va. Y aunque todos los días son muy tristes por la ausencia, los días de la madre son peores aun para ella.
María fue acusada injustamente de tener al niño desnutrido y sucio. Ingrid Castro González, nieta de la María de la Luz, explicó que su abuela sufrió violencia familiar y cuando quiso dar fin a esa situación mediante el divorcio, el padre se vengó de ella.
María está consciente de que han pasado muchos años y que si llega a encontrarlo tal vez él no sepa nada de ella y no la conozca, pero su amor es tan inmenso que a pesar de eso, sigue buscándolo, lo único que desea es ver su cara de nuevo y saber que está bien.
“Para mí es muy triste. Daría lo poco que tengo para volverlo a ver, nada más para saber si está bien, si es feliz. Recuperarlo no creo. Aunque me vea solamente y no me reconozca como mamá verdadera”, agregó la mujer.
María de la Luz cree que le cambiaron el nombre a su hijo y solicitó la colaboración de las autoridades para que la ayuden a encontrarlo. Pide que, a partir de la foto que conserva y los datos que pueda aportar, hagan un retrato hablado. No quiere morir sin ver a su hijo de nuevo.
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