Desde los comienzos de la pandemia, muchas personas han perdido su trabajo. Esto ha causado terribles estragos en la economía y el número de personas sin hogar no hace más que crecer.
Muchos, intentan acudir a fundaciones en búsqueda de ayuda pero la situación se ha vuelto tan alarmante que hay personas como Melissa Norman que simplemente son dejadas a su suerte.
Melissa tiene 34 años de edad.
Melissa trabajaba en un McDonald’s. Llevaba más de un año en este empleo y ganaba lo suficiente para pagar un hostal. Lamentablemente, Melissa se quedó sin trabajo y un par de días después, el hostal cerró como parte de las medidas de prevención contra el coronavirus.
Melissa vive en la ciudad de Torquay.
Cualquiera que se vea en esta situación puede llamar al Ayuntamiento y pedir ayuda, pero la respuesta que le dieron a Norman no resultó nada alentadora.
“No están dispuestos a ayudar porque cuando llamé para informar que había perdido el trabajo, todavía tenía un lugar donde dormir”, explicó Melissa.
Ella había llamado un día antes de partir del hostal con la esperanza de no tener que pasar la noche en las calles. Sin embargo, no consiguió el apoyo que necesitaba.
Horas después, Melissa y su pareja se vieron en la obligación de instalar una tienda de acampar en el bosque. Ninguno de los dos tiene un trabajo que les permita pagar una renta.
“Me dijeron que estaba en una lista de espera, pero que podían tardar hasta un año en ubicarme en alguna casa. He trabajado desde los 16 años, he pagado impuestos. Esto es indignante”, se lamentó Melissa.
La única ayuda que ha recibido Melissa es de la fundación People Assiting Tobay’s Homeless, gracias a ellos, Melissa sigue obteniendo agua y alimentos.
Su tienda de acampar en el bosque ha sido objeto de muchas preguntas y críticas, ella y su pareja decidieron simplemente dejar un cartel para explicar su situación.
“No tenemos hogar. Esta será nuestra casa temporalmente hasta que el Ayuntamiento nos ayude. Si hay algún problema llamen a Nick y Mel”, dice el aviso.
Es una verdadera pena saber los terribles estragos que ha causado la pandemia. Ninguna persona trabajadora merece quedarse sin empleo y sin un techo bajo el cual dormir. Esperamos que la situación de Melissa mejore.
La historia de Melissa no es la única. Muchos más se encuentran en esta situación. No dudes en compartirla para ayudar a crear conciencia.