Si hay algo que distingue a los niños son sus ganas de soñar y esa capacidad para imaginar todo lo que quisieran hacer cuando sean mayores. Para ellos no hay limitación que valga y el pequeño Mateus Marinho, es un ejemplo claro pues con sus versos le ha sabido sacar ventaja a las desgracias que arropan su vida.
Mateus vive en una comunidad rural de Óbidos, un municipio del estado de Pará, Brasil. Él es un niño sencillo y con un gran corazón que vive bajo el cuidado de su abuelita de 65 años María Madalena, quien es invidente.
Golpeado por la desgracia de su abuela, el pequeño decidió convertir su dolor en inspiración y ha dedicado su tiempo libre al mundo de las letras.
“Dijo que ya no quería ver llorar a su abuela de tristeza sino de alegría, fue entonces cuando vio un poema de Bráulio Bessa y vio que podía hacer feliz a su abuela con los versos”, dijo Lúcia Nunes de Siqueira, amiga y vecina de la familia.
Lúcia es quien actualmente vela por el pequeño que quedó al cuidado de la abuela. Sin padre, con una madre incapaz de tenerlo por sufrir de problemas mentales y una abuela ahora invidente, el niño se estaba convirtiendo en un ser agresivo, pero la poesía ha salvado su noble espíritu.
Mateus tuvo problemas en la escuela pues reaccionaba violentamente contra sus compañeros, al parecer ellos hacían burlas al pequeño así que esto cerraba cada vez más su corazón, no sabía cómo regular sus emociones.
En una conversación con Lúcia, la mujer descubrió el talento de Mateus por la poesía y vio en ella una oportunidad para el pequeño.
«Encendió mi teléfono móvil e investigó un poema del poeta Bráulio Bessa titulado ‘Recomece’. Dijo que pensaba que era hermoso y que llenaba el vacío en su corazón. Me pidió que dejara mi teléfono móvil para poder escucharlo con más frecuencia», recordó Lúcia.
Ahora la vida de este pequeño podría cambiar pues al darse a conocer su historia, un grupo de personas solidarias decidió iniciar una campaña para llevar un poco de alegría a la vida de Mateus. La intención es recaudar dinero para la familia, pues el niño necesita ropa y cubrir sus gastos de alimentación.
Actualmente la situación de Mateus es bastante crítica y es Lúcia la única adulta que le brinda protección. A pesar de todo, él continúa refugiándose en sus versos y utiliza la poesía para drenar todos sus sentimientos, pero además quiere convertirse en un gran poeta.
A continuación te dejamos un breve poema del pequeño.
El chico de este país
Vida solitaria
Le quito la vida a un niño
Entre flores y espinas
A veces me siento solo
Dios eres mi inspiración
Parece que no hay salida
Miro mi vida
Pero con Dios en el corazón
yo lo recuerdo
Momentos difíciles en
Mi vida
Aunque este mundo no sea precisamente un cuento de hadas, saber que un pequeño aporte puede impactar en la vida de un soñador como Mateus es realmente inspirador. En el futuro está nuestra esperanza y él quiere salir adelante pese a todas las dificultades que le han tocado vivir.
Por favor ayudemos a Mateus a seguir soñando, comparte su historia e invita a tus amigos a colaborar con la causa de este pequeño gran poeta ¡Comparte y dona, para juntos hacer la diferencia!