Los días van pasando y pareciera que la pandemia no mengua, especialmente en los países de Latinoamérica, cada día nos enteramos de historias lamentables sobre cuantiosas pérdidas de vidas humanas. En Brasil una familia vivió la peor experiencia en un lapso de un mes.
Adriana Creuza Ferreira vive en Brasil con su esposo Adeílton Ferreira, de 39 años de edad, y es una de las tantas personas que ha visto cómo el coronavirus causa estragos en su familia.
Los dos hermanos de su marido, Allef, de 25 años; Ademilson, de 34; y la madre Maria Áurea Oliveira, de 67 se contagiaron de COVID y tuvieron que ingresar al Hospital en Macaparana, en Pernambuco.
Lamentablemente Allef murió el 07 de marzo, el 20 del mismo mes murió su hermano Ademilson, y el 30 perdieron a Maria Áurea. Adeílton se encuentra en estado de gravedad e intubado en Recife donde lucha por su vida, en la zona son la familia que más decesos ha tenido por la pandemia.
Han vivido una verdadera tragedia
“Nos convertimos en la familia de Covid. La gente pasa y habla”, dijo la mujer.
Macaparana tiene una población de 25 mil habitantes, pero no posee la infraestructura adecuada para hacer frente al creciente contagio que se está viviendo en el lugar. No cuentan con unidades de cuidados intensivos y los casos de gravedad tiene un pronóstico nada alentador en situaciones como esas, por eso tuvieron que trasladar a Adeilton a la capital.
“El médico me llamó y me dijo que está reaccionando un poco, después de ocho días de hospitalización. Está en hemodiálisis”, dijo la preocupada esposa.
Adriana y Adeílton tienen dos hijos, uno de 15 años y el otro de 4 años, y la mujer solo pide que su marido se recupere pronto y pueda volver sano a casa con sus hijos. Después de haber perdido a sus cuñados y a su suegra, están muy tristes y asustados.
Dada las circunstancias que están viviendo, los fallecidos no se enteraron de los decesos de los otros, María Áurea no supo nunca de la muerte de su segundo hijo, y Adeilton tampoco sabe que su madre perdió la vida. Adriana cree que su esposo se contagió por medio de su madre y a su vez, ella contrajo la enfermedad a través de los otros dos hijos.
“Estaban muy conectados. Un día, la madre estaba enferma y mi esposo vino a brindar ayuda. Fue entonces cuando se infectó”, contó Adriana.
Hoy más que nunca es necesario valorar cada instante al lado de la familia, pues no se sabe cuándo se dirá el último “te amo” o se dará un abrazo.
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