Kiril Tereshin es un joven ruso de 21 años que se hizo famoso por el tamaño de sus bíceps, que alcanzaron una medida de 58 centímetros tras inyectarse sustancias nocivas.
Ahora enfrenta el riesgo de sufrir la amputación de sus extremidades superiores, él aseguró que ya no puede soportar el dolor en sus brazos.
“Ya es el fin, pido a Dios que el alma salga de mi cuerpo, no puedo aguantar el dolor”, así lo escribió en su perfil de VKontake, una red social rusa.
Anteriormente había cerrado su perfil alegando que no quería hablar con sus seguidores debido a los problemas de salud que padecía.
Relató que su temperatura corporal se mantenía alta y que presentaba alto riesgo de ser sometido a una cirugía para amputarle los brazos en las próximas semanas.
Pero el pasado miércoles él reactivó su cuenta y le escribió a sus seguidores que no tiene ganas de seguir viviendo porque “ya no soporta los dolores”.
“Me aplico hielo durante una hora y tomo medicinas tres veces al día”, publicó el joven en su perfil de Instagram.
Cuando Kirill se dio a conocer en las redes sociales se generó una polémica, muchos condenaban su afán por aumentar el tamaño de sus músculos alegando que estaba poniendo en riesgo su salud.
El joven se inyectó en los brazos una mezcla casera de aceite de oliva, alcohol benílico y lidocaína para que sus bíceps crecieran desmesuradamente.
Se pudo conocer que Kirill fue sometido a una intervención quirúrgica para extraer de sus brazos el “Synthol” casero que se había inyectado. Él explicó que se había inyectado aproximadamente seis litros de la mezcla.
Los médicos no recomiendan administrar estas sustancias que representan un grave peligro para el organismo.
A pesar de la operación, el volumen de sus brazos no desaparece porque tomó la decisión de reemplazar la sustancia que aumentaba el volumen de sus bíceps por implantes de silicona. Las consecuencias han sido fatales y ahora su testimonio sirve para alertar a otras personas que como él tengan obsesión por tener una apariencia musculosa.
Es importante tomar en cuenta que al momento de ser sometidos a cualquier entrenamiento, intervención o tratamiento para mejorar nuestra condición física o cambiar la apariencia de alguna parte del cuerpo debemos hacerlo bajo la aprobación y vigilancia de profesionales de la salud que puedan controlar cualquier factor de riesgo.
Su testimonio puede servir como advertencia para otras personas, compártelo.