La pandemia de coronavirus ha dejado un saldo devastador en todo el mundo, en Brasil se han registrado hasta el momento 505 mil pacientes contagiados y 21.013 fallecidos, es uno de los países de Latinoamérica más afectados.
María Nunes Sinimbú es una mujer de 76 años que perdió a cinco seres queridos en apenas un mes por el coronavirus.
Tuvo que enfrentar el dolor de despedirse para siempre de tres hijos y dos cuñados en Manaos, la capital amazónica gravemente afectada por el COVID-19.
“Las personas deberían tener más cuidado con esa enfermedad, ella es silenciosa. Pensé que eso nunca ocurriría conmigo y con mi familia, imagina ahora perder a tres hijos”, relató.
Confesó que desde que perdió a su primer ser querido se aferró a su fe. “Cuando murió el primero, Dios y Nuestra Señora del Carmo me dieron fuerza para sobrevivir. Cuando murió el segundo, me dije ‘acabó’. Fui para mi habitación y recibí una fuerza aun mayor de Dios para no desistir de la vida”, dijo María.
La humilde mujer vive en una humilde casa en la periferia de Manaos, en la capital del estado Amazonas, es madre de doce hijos con edades comprendidas entre los 40 y 60 años, tiene 60 nietos y no ha podido contar cuántos bisnietos tiene hasta ahora. María es profesora jubilada, es viuda y vive gracias a una pensión que recibe del estado.
El pasado 05 de abril perdió a uno de sus tres hijos fallecidos por la pandemia, Raimundo, era profesor de 58 años, vivía con ella en la casa de tres habitaciones en la que reside.
En ese barrio poblado de San Francisco hay muchas construcciones bajas levantadas con ladrillos y techadas por láminas de metal.
Apenas dos días después de la muerte de su hijo, murió su cuñada Etelvina, de 77 años.
El pasado 13 de abril murió Iolanda, otra de las hijas de María, de 48 años, quien se dedicaba al comercio.
“Mi hija no creía en el peligro ni la fuerza de esa enfermedad. Ella siguió trabajando y viajando normalmente, sin tomar cuidados”, relató María.
Aunque ya era lo suficientemente doloroso para esta madre, el destino la sorprendió con otra pérdida el 24 de abril cuando falleció su cuñado Luiz, de 80 años.
Y el pasado 01 de mayo, murió su hijo Raniere Thiago, de 52 años, quien ingresó al hospital en estado grave y murió minutos después afectado por las complicaciones del coronavirus.
Los cinco familiares de María fallecieron en centros médicos, aunque solamente Iolanda y Ramiro fueron diagnosticados.
Los otros tres familiares no están en el registro oficial de cifras de víctimas de la pandemia en esa zona.
María no ha sido sometida a una prueba diagnóstica de coronavirus, aunque es vulnerable por su edad y por haber estado en contacto directo con pacientes. En las últimas semanas ella manifestó síntomas de la enfermedad, presume haberse recuperado.
Se ha aferrado en su fe católica para buscar consuelo, reza en el altar que tiene en su casa, es devota de la Virgen que es patrona de Paintins, la pequeña ciudad de donde María es oriunda. Ella se mudó a Manaos hace 3 décadas, y cada año viaja a las orillas del río Amazonas para rendirle homenaje a la Virgen.
Después de vivir una tragedia como esa, María advierte a otros a tener más cuidado con el riesgo del coronavirus. Comparte su mensaje con un mensaje de apoyo para ella.