Dhneep Bains, conocida como Neepy casi nunca visitó al médico por lo que fue inusual para ella ir a su doctor de cabecera en mayo del 2017 tras un dolor de espalda, de estómago y náuseas. En ese momento todos desconocían que eran los primeros signos de su cáncer.
El médico de cabecera le dijo que tenía una infección de orina y la envió a casa con antibióticos. Después de tres días de tratamiento Neepy se desmayó de repente y la llevaron al hospital donde permaneció una semana.
Le dijeron que tenía una infección renal grave, pero después del alta los síntomas de Neepy continuaron.
Durante 10 meses volvió a los médicos de cabecera unas 10 veces y cada vez la enviaban a casa con analgésicos y con la recomendación de que hiciera ejercicio y yoga. Fue cuando Neepy no pudo usar su pierna izquierda y sufrió un fuerte dolor que regresó a urgencias y Waltho-Brar, su madre, insistió en que le hicieran una radiografía.
Después de ver el resultado los médicos la ingresaron de inmediato y en abril del 2018, cuando Neepy tenía 23 años fue diagnosticada con una forma muy rara de cáncer de huesos conocida como sarcoma de Ewing de la pelvis.
La familia hizo todo lo posible por mantener una actitud positiva, pero hasta comer y dormir se convirtieron en un lujo dominado por el miedo de perder a Neepy.
Sin tener idea a todo lo que se enfrentaba, Neepy tuvo que comenzar rondas de quimioterapia y radioterapia de inmediato, era de vida o muerte.
«En enero de 2019 recibimos la devastadora noticia de que el cáncer se había extendido. Recibió más quimioterapia y radioterapia, pero cuando el tratamiento llegó a su fin en julio de 2019, se le dijo a Neepy que el cáncer era terminal y que debía vivir el resto de su vida al máximo«.
Cuando empezamos el 2020 las cosas estaban mejorando. Neepy recuperaba fuerzas día a día, hacía planes para irse de vacaciones e incluso pensaba volver a trabajar, pero todo cambió un mes después.
La enfermedad se había extendido y le dieron unos meses de vida. Durante ese tiempo Neepy escribió sus últimos deseos en un cuaderno.
«Me enteré después de su muerte, ya que le había dicho a su novio que si algo pasaba él me lo entregara para que su hermano Jay y yo supiéramos exactamente qué hacer. Había pensado en cada cosa, fue tan valiente que me rompió el corazón».
Saber que los médicos de cabecera no la habían referido adecuadamente me hizo sentir extremadamente enojada, me entristece saber que sus síntomas no se tomaron en serio.
“Me siento decepcionada por los retrasos y la mala comunicación que nos impidió explorar una segunda opinión y otras opciones”.
Lamentablemente el domingo 12 de julio de 2020 Neepy falleció. Tenía un tumor cerebral y había ingresado en cuidados paliativos, pero en sus últimos momentos la llevaron a una habitación para que estuviera rodeada de sus seres queridos, tal como ella quería desesperadamente.
Actualmente la familia de Neepy apoya la campaña #BestToCheck de Teenage Cancer Trust que tiene como objetivo crear consciencia sobre los síntomas del cáncer, alentar a los jóvenes a ver a su médico lo antes posible y a que hagan oír su voz.
“Ojalá hubiera sido diagnosticada cuando sus síntomas comenzaron a manifestarse”.
También insta a los médicos a derivar a los pacientes para estudios más específicos, incluso con niveles más bajos de sospecha.
Comparte esta historia para que ningún otro joven pase por lo que vivió Neepy y su familia.