No hay dolor más grande para una madre que despedirse para siempre de un hijo, pero lamentablemente es una fuerte realidad que muchos deben enfrentar.
Esta es precisamente la dolorosa experiencia de Deb Stead, una madre angustiada que vio morir a su hijo en brazos solo nueve meses después de que los médicos diagnosticaran su cáncer cerebral como gripe y lo enviaran a casa tomando paracetamol.
La familia vive en Tipton, West Midlands-Reino Unido.
Aiden Stead-Homans solo tenía cinco años de edad cuando enfrentó la fuerte batalla contra el cáncer.
A pesar de recibir quimioterapia, los médicos no detectaron el cáncer a tiempo y solo le dieron algunos días de vida.
Un mal diagnóstico no permitió que actuaran a tiempo.
La madre comenta que la primera vez que notó algo extraño en su hijo fue cuando comenzó a cojear, pero lo atribuyeron a que el niño pisara un carro de juguete en casa de su abuela. A los días, Aiden fue trasladado al hospital después que su rodilla se hinchara a principio de este año.
Sin embargo, los médicos atribuyeron la hinchazón a una gripe y lo enviaron a casa donde debía seguir tomándose algunos medicamentos.
La familia no tuvo tiempo de procesar la información, todo fue muy rápido.
Al persistir la hinchazón la madre volvió con su pequeño hijo al hospital, pero nuevamente los médicos le recetaron paracetamol e ibuprofeno, así que regresaron a casa ignorando el grave diagnóstico del niño.
Solo después de persistir la hinchazón fue que decidieron hacerle unos exámenes más detallados para descubrir que el pequeño Aiden tenía cuatro tumores, de los cuales uno estaba en su pierna.
El niño enfrentó una desgarradora batalla de nueve meses contra el cáncer.
Rápidamente comenzó con quimioterapia, convirtiéndose en un valiente luchador.
A pesar de la difícil situación, Aiden siempre sonreía, pero unos meses más tarde presentó dolores de cabeza y todo el tiempo tenía sueño. Fue entonces cuando decidieron escanear su cerebro y vieron el tumor.
Los médicos no habían escaneado su cerebro, ahí se encontraba el cáncer terminal.
Esta noticia colapsó a la madre e hizo que su mundo se volviera de cabeza. Al respecto Deb comenta:
“Lo escanearon de nuevo y encontraron un tumor en su cerebro que habían pasado por alto antes. Nunca escanearon su cerebro, solo lo hicieron en hombros y piernas”.
La triste noticia derrumbó a la madre, quien preguntó cuánto tiempo le quedaba, los médicos le dijeron que solo le quedaban dos días. No eran meses, ni semanas, solo horas para compartir con su pequeño angelito.
El niño fue trasladado a una habitación privada para que toda la familia se pudiera despedir, poco después cerró sus ojitos y se durmió para siempre.
“Él realmente no entendía lo que estaba pasando, le dije que se iría a casa en diez segundos, así que conté hasta diez y cuando llegué tomó su último aliento”.
Su mamá solo quiere crear conciencia para que ninguna madre sufra lo que ella vivió. Destaca que si lo médicos hubieran reconocido sus síntomas antes tal vez habría sido diferente.
Una amiga de la familia, Emma Britton, creó una campaña GoFundMe para recaudar fondos durante la batalla. Actualmente está recaudando dinero para el funeral y apoyar a la familia es este momento tan doloroso. Britton escribió:
“Muchas gracias a todos los que apoyaron a nuestro pequeño soldado Aiden”.
Con tan solo cinco años, Aiden fue un pequeño guerrero, desafortunadamente ya no pudo pelear más pero ha ganado sus alas y ahora ocupa un lugar especial en el cielo donde están los verdaderos héroes. ¡Vuela alto pequeño guerrero!
Nos unimos en oración por él y todos los niños que están luchando contra esta dura enfermedad. Es realmente fuerte lo que está atravesando esta familia. Enviémosle un mensaje de solidaridad y consuelo.