Desde comienzos de la pandemia, muchos han advertido que el coronavirus podía impactar profundamente a aquellos que tienen una condición de salud preexistente como diabetes o problemas de tensión.
Sin embargo, son muchas las familias que han tenido que decir adiós a personas jóvenes que en apariencia estaban completamente saludables hasta que su salud empeoró de un día para otro. Este fue el doloroso caso de Christopher Willet.
Christopher era un joven tan solo 25 años de edad. Desde muy temprana edad lo diagnosticaron síndrome de Asperger y trastorno por déficit de atención. Su familia se encargó de brindarle todo el apoyo posible y cuando llegó la pandemia se aliviaron al escuchar que su condición neurológica no sería un agravante para el COVID-19.
Christopher y su mamá siguieron todos los protocolos de seguridad, pero temían que su empleo podía dejarlo en riesgo. El joven trabajaba en una tienda y en varias ocasiones llegó a casa sumamente preocupado porque veía que la gente no utilizaba las mascarillas correctamente.
“Mi hijo solía preguntarme: ‘¿Por qué no les importan lo demás? ¿Por qué no utilizan mascarillas para cuidar a su familia?’. Nunca lo entendí. Él tampoco”, dijo Diana.
Lamentablemente, Christopher comenzó a presentar los síntomas de un resfriado y comenzó a tener una enorme dificultad para respirar. Él y su madre dieron positivo para COVID-19 y durante los primeros días Diana parecía estar mucho más débil que su hijo.
“Parecía que su caso no era severo y yo estaba mucho más débil. Pensé que era normal porque yo tengo 60 y el 25 pero de pronto todo cambió”, recordó Diana.
Christopher comenzó a desarrollar una tos realmente severa y fue trasladado al hospital el 14 de diciembre. Los médicos hicieron todo lo posible para ayudarlo pero dos días después le dieron a Diana la devastadora noticia de que Christopher no lo había logrado.
“No entiendo por qué todavía hay personas que creen que esto no es real. Hasta lo toman como una broma”, protestó Diana.
Ella se quedó desconsolada, con el corazón roto y tuvo que lidiar con la partida de su hijo mientras todavía luchaba por su propia vida en el hospital. Ahora que han pasado unas semanas y ha logrado recuperarse, quiere emplear todas sus fuerzas en crear conciencia sobre la importancia de utilizar tapabocas y acatar los protocolos de seguridad.
“Es demasiado fácil utilizar algo para cubrir tu boca cuando estás en un lugar público. No te hace daño. ¿Por qué no lo hacen?”, se lamentó Diana.
Lamentamos enormemente la partida de Christopher. Era un gran amante de los animales, un hijo maravilloso y dejará para siempre un enorme vacío en sus familiares.
Esperamos que las desgarradoras palabras de Diana ayuden a que muchos tomen conciencia y utilicen la mascarilla, y cumplan con la distancia de seguridad y el lavado de manos en todo momento.
Alza tu voz en solidaridad con esta devastada madre, nadie merece sufrir una pérdida de esta forma. Comparte esta noticia.