Siempre es importante cuidar de los niños pequeños, sobre todo de los alimentos que puedan llevarse a la boca, debido a que sus son propensos a ahogarse cuando menos se espera, como le sucedió trágicamente a un bebé brasileño de solo 1 año de edad tras engullir uvas.
El pequeño Gabriel Magalhães de Souza estaba con su padre y su abuelo cuando se atragantó con la fruta. Su estado se agravó tanto que tuvo que ser ingresado a la Unidad de Cuidados Intensivos de su país, pues al ser rescatado sufrió un paro cardíaco y convulsiones.
La madre del bebé, Ana Gabrieli de Souza, de 22 años, estaba en su trabajo cuando se enteró de que el niño se atragantó en la casa del padre y se dirigió al hospital más cercano de inmediato.
“Fueron a avisarme y me enfermé. Tuvieron que ayudarme a subir al auto porque estaba muy desesperada. Cuando lo entregaron a los médicos, tuvo un paro cardíaco y lo reanimaron”, relata la madre.
Después de dos horas, el pequeño fue trasladado al Hospital Gpaci de Sorocaba; tuvo que tomar medicamentos para las convulsiones, pero no tuvo ninguna reacción. En el primer informe médico que le hicieron lo declararon sin actividad cerebral, pero tras hacer un nuevo análisis detectaron circulación sanguínea en su cerebro.
Gabriel fue operado del esófago al nacer. Cumplió 1 año el miércoles 21 de octubre y la familia ya había preparado todo para una fiesta de cumpleaños.
«Tuve que tomar un tranquilizante y todavía no podía dormir. Está en coma en la UCI, no se despierta ni reacciona. Es muy difícil. Ya había comido uvas y le estaba presentando otras frutas. Soy madre, estoy muy desesperada», señala Ana.
Lamentablemente, después pasar 17 días en la UCI este indefenso angelito perdió la batalla el pasado 27 de octubre, dejando con su partida un profundo dolor en su familia y seres queridos; siendo velado durante la tarde del día siguiente y, finalmente, sepultado en el cementerio de Pax.
La pediatra Mára Corrá se pronunció ante el doloroso suceso y pide a los padres vigilar siempre a los niños menores de 6 años mientras comen; mantenerlos sentados y evitar movimientos bruscos. Sobre todo, se deben controlar alimentos como el maní, palomitas de maíz, uvas y nueces.
¡Descansa en paz, angelito!
«La uva, después de las palomitas de maíz, se encuentra entre la segunda o tercera causa de atragantamiento en los niños. Entonces, lo que debe hacerse con la uva es cortarla por la mitad. Dependiendo de si el niño es pequeño, se corta hasta cuatro veces y se quita la semilla”, orienta la pediatra.
Sin duda, este caso nos roba el aliento al tratarse de un niño tan pequeño, con toda una vida por delante. Por eso, nunca hay que dejarles de prestar atención, ellos dependen exclusivamente del cuidado de los adultos.
No te vayas sin compartir esta dramática noticia que puede servir como advertencia para todos los padres.