La vocación por enseñar es el ingrediente que hace que algunos maestros pongan toda la pasión en su carrera. Fue el lema de vida de un docente en Perú, el empeño y amor por su labor hizo que entregara la vida en el cumplimiento de su deber.
Carlos Alberto Baldarrago era un hombre de 56 años, docente y director de la I.E. 43088 Señor de los Milagros que se encuentra ubicada en comunidad campesina de Amata, provincia de Sánchez Cerro, en Moquegua. Desde el primer momento ejerció sus funciones con entrega y dedicación, amaba su trabajo por encima de cualquier obstáculo.
El hombre se trasladó en su motocicleta desde la capital del distrito de Coalaque hasta la institución donde trabajaba, iba cargado de libros que llevaba a sus estudiantes que recibían educación a distancia por la pandemia. El día anterior había tenido un encuentro con ellos, las autoridades de la comunidad, los padres y representantes.
Pero cuando iba por el sector conocido como “Cayranto” o “Farallón” intentando atravesar un tramo de menos de un metro de ancho, perdió el control y cayó de una altura de más de cincuenta metros, con nefastas consecuencias para su vida.
Una mujer que vivía en la zona y se desplazaba hacia su propiedad, se percató de lo ocurrido. De inmediato dio aviso a otros pobladores que se dirigieron al lugar de los hechos, cuando se acercaron pudieron darse cuenta de su condición.
En el sitio yacía sin vida y parcialmente destrozado el cuerpo del abnegado docente. La motocicleta estaba casi destruida y en los alrededores se podían ver los libros regados por doquier. La escena era lamentable y desoladora, Baldarrago murió cumpliendo su deber.
“Es una gran pérdida para la comunidad, era un gran maestro y ciudadano ejemplar”, dijo unos de sus compañeros.
Por las características del sitio donde ocurrió el siniestro se piensa que el mal estado de la carretera tuvo que ver en el accidente. Los testigos del hecho informaron a la PNP, a la Seguridad ciudadana, al Presidente de la Comunidad de Amata y la Subprefectura distrital.
“El acceso estaba en malas condiciones, el Consorcio Vial del Sur cerró la vía a consecuencia de deslizamientos en las últimas lluvias, y estaba un tramo aún en construcción y ampliación de la vía para el asfaltado de la carretera Moquegua-Omate-Arequipa”, dijeron las autoridades locales de Amata.
Los funcionarios se presentaron al lugar para iniciar las correspondientes actividades de rescate. Y aunque el hecho ocurrió en horas de la mañana del martes, no fue sino hasta las once de la noche del miércoles que pudo ser recuperado el cuerpo.
Por las circunstancias dadas y de acuerdo a disposición fiscal, no se autorizó la realización de la necropsia. Los restos del maestro fueron entregados a sus hijos y familiares para ser inhumados en la ciudad de Omate.
Sin duda alguna que el recuerdo del buen maestro quedará en la memoria de todos los niños que tuvieron la dicha de estar en sus aulas.
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