El cáncer es un enemigo que difícilmente da alguna tregua y la familia de Mikey Choroszy ha tenido que conocer esta realidad de un modo bastante lamentable, después de que el escolar perdiera su lucha en víspera de Año Nuevo mientras cumplía uno de sus últimos deseos en vida.
Mikey, de 11 años y quien sufría de un cáncer cerebral en etapa terminal, viajó junto a su familia desde su casa en Wisconsin a Minneapolis para cumplir su petición de comprar en la tienda de Lego dentro del Mall of America.
Desde pequeño, Mikey fue un niño lleno de vitalidad y aún con los dolores de la enfermedad se reía.
Lamentablemente, cuando Mikey estaba a punto de culminar su día de Make-a-Wish sufrió un declive y tuvo que ser trasladado al hospital local. Fue en ese centro médico y lejos de su casa que el pequeño dio su último suspiro.
«Lo más impactante fue verlo morir, eso fue lo peor. Pasar de caminar a no caminar en absoluto hasta el punto en que tuvimos que levantarlo y moverlo«, dijo Tammy Wildish, madre del niño.
Según lo que reveló Tammy, la batalla de su hijo había comenzado hace 17 meses atrás cuando le diagnosticaron un tumor en el tronco encefálico.
Mikey fue sometido a un tratamiento contra el cáncer y ya había entrado en remisión pero en septiembre del año pasado su situación se complicó.
Tras una consulta en el Hospital de Niños de Wisconsin, Mikey fue diagnosticado con un tumor de células germinales. A pesar de la dura noticia, el escolar nunca se rindió y se aferraba a la vida en memoria de su hermano Robbie que falleció inesperadamente en enero de 2019 por problemas de salud.
La familia contaba con una campaña de GoFundMe que iba destinada a correr con los gastos médicos generados por la lucha de Mikey contra el cáncer pero a esto debieron sumarle las facturas por los actos fúnebres.
“Robbie y Mikey están bailando en el cielo ahora mismo mientras se reúnen. Mikey libró su batalla contra el cáncer cerebral hasta el final y fue el ser más valiente que he conocido.
Su dulce espíritu y humor serán extrañados por sus amigos, familiares”, escribió el amigo de la familia que creó la campaña de benéfica.
En esta vida hay pruebas muy duras que son difíciles de comprender. En menos de un año Tammy Wildish perdió a dos de sus hijos de forma inesperada.
Lo único que le consuela es saber que los hermanos se reunieron y comparten en el cielo, además desea que la historia de Mikey sea compartida para alertar a los padres sobre los peligros de esta terrible enfermedad y la importancia de someterse a chequeos médicos oportunos.
Por favor comparte esta noticia y ayúdanos a difundir el mensaje de esta destrozada madre que lucha por superar dos episodios tan dolorosos.