Para una familia no hay nada más devastador que perder a uno de sus miembros a manos de una enfermedad tan cruenta como el coronavirus. Tristemente, muchos hogares han tenido que pasar por esta amarga experiencia, viéndose sin sus seres queridos de un momento a otro.
Nathália estaba felizmente casada y dejó dos hijos pequeños, de 5 y 9 años
Esto fue lo que sufrió la familia de una mujer brasileña llamada Nathália Claudino de Oliveira, de solo 23 años de edad, después de que el coronavirus se apoderara de su organismo y le arrebatara la vida de la forma más trágica, mientras se encontraba embarazada de su tercer bebé.
Todo sucedió en la región de Guapiaçu. Nathália comenzó a presentar síntomas del mortal virus el 20 de febrero, tras volver de un viaje que realizó a una zona denominada Campos de Jordão.
Esta abnegada madre no padecía de enfermedades crónicas previas que la hicieran más vulnerable al virus. Sin embargo, tras realizar la prueba, el diagnóstico fue positivo a la enfermedad y, en cuestión de días, tuvo que ser ingresada en el Hospital da Criança e Maternidade (HCM).
La mujer pasó unos días internada en el hospital y después fue dada de alta, con la recomendación de seguir el tratamiento en su domicilio. Pero solo pudo pasar 30 horas en casa antes de ser llevada de emergencia a una segunda institución de salud, al Hospital Base de São José do Rio Preto.
Fue en ese hospital donde Nathália tuvo que ser intubada y, pese a todo esfuerzo médico, falleció. La familia quedó devastada por haber perdido a esta madre tan joven y al hermoso bebé que venía en camino.
Ahora, Danilo Martins de Paula, su esposo, ha quedado devastado y al cuidado de sus hijos que ya han recibido la noticia de la fatal pérdida. Los niños son muy pequeños para comprender todo lo que está sucediendo, pero amarán por siempre a su querida madre.
Nadie esperaba el triste fallecimiento
“Es un dolor muy grande. Estamos sufriendo y tratando de encontrar la fuerza para hacer realidad sus sueños. Perdí al amor de mi vida”, narró Danilo.
Nathália y Danilo se unieron en matrimonio muy jóvenes, una situación que les impidió poder concluir sus estudios al tener que dedicarse a cuidar de sus hijos. El mayor sueño de la mujer era poder dar una buena educación a sus hijos, inscribiéndolos en colegios privados.
Tenía 4 meses de embarazo
Por eso, Danilo ha comenzado una recaudación de fondos para poder cumplir con el sueño de su esposa y que a sus pequeños no les falte nada, ahora que se han quedado sin su madre.
“Quería que nuestros dos hijos estudiaran en escuelas privadas. Eso quedó marcado en mi corazón. Quiero hacer realidad el sueño de mi esposa”, afirma Danilo.
Confiamos en que Danilo pueda realizar el sueño de su esposa, quien seguramente estará cuidando de ellos desde el cielo, como el más protector de los ángeles.
Súmate a las condolencias de esta familia y recuerda evitar salir de casa, para protegerte del coronavirus.