¿Te imaginas perder la libertad y ser separado de tus seres queridos injustamente, siendo forzado a pagar por algo que no hiciste? Pues esto fue lo que vivió un joven brasileño que quedó privado de su libertad y declarado responsable de un delito hace 3 años, tan solo por su color de piel.
Lucas Moreira de Souza fue detenido desde el 2017 por infracciones que no cometió. Salió finalmente de la prisión el jueves 22 de octubre, después de ser absuelto por el tribunal.
La Policía Civil del Distrito Federal de Brasil informó el viernes 23 sobre las inconsistencias en la investigación que llevaron a la detención del hombre.
Los agentes de policía arrestaron a Lucas en diciembre de 2017 por cinco robos y un intento de robo en Ceilândia y Recanto das Emas. En la nota difundida en ese entonces sobre el caso, la corporación informó que cumplió con todos los trámites legales para efectuar la detención en flagrante delito del acusado, tanto que fue recibida y ratificada por el Poder Judicial.
«Durante los procedimientos de investigación, agentes de la policía civil del 15º DP investigaron la región de Ceilândia y localizaron al sospechoso en una vía pública. Fue llevado a la unidad policial donde fue reconocido por varias víctimas de los delitos antes mencionados«, dijo la Policía Civil.
Desde el momento de su injusta acusación, Lucas ha tratado de demostrar su inocencia. El día de su detención, unos malhechores robaron un automóvil y cometieron delitos en Ceilandia. Después se dirigieron a la zona Recanto das Emas, donde continuaron sus malos actos.
El joven cuenta que esa mañana se despertó, tomó café y salió a la calle, donde solía volar una cometa. En ese momento, fue abordado por la policía civil y designado como uno de los sospechosos de los sucesos. Desde entonces, no ha abandonado el sistema penitenciario de la capital federal.
Debido a los casos, Lucas fue condenado a 77 años en privación de la libertad. Sin embargo, hace dos años, un policía civil que había intervenido en la investigación y creía en la inocencia del joven acudió a la Defensoría Pública del Distrito Federal; proporcionando las pruebas suficientes que demostraban que el joven no era responsable y que el automóvil involucrado en los hechos siguió siendo utilizado para delinquir posteriormente de la detención de Lucas.
El pasado lunes 19 de octubre, el Juzgado del Distrito Federal anuló la condena contra el joven. Dos días después llegó la orden que le permitió salir del Complejo Penitenciario de Papuda. Salió de la prisión en la madrugada del jueves y tuvo que caminar durante tres horas para llegar a Rodoviária do Plano Piloto.
Tras el reencuentro con su familia, Lucas tiene la intención de recuperar el tiempo que estuvo lejos de su hijo, ahora de cinco años. También acudirá a los tribunales para obtener una compensación del gobierno.
«Porque eres negro y vives en la periferia, ya eres sospechoso», dijo el joven inocente.
Por lo pronto, la Policía Civil no ha hecho más que disculparse por lo sucedido y reafirmar su compromiso con la justicia; pero nada de eso devolverá el tiempo mal gastado a Lucas. Confiamos en que este hombre obtenga justicia y que nadie más tenga que pasar por algo semejante.
Merece justicia
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