Todo padre sueña con ver crecer a sus hijos, sobre todo cuando la dicha viene al doble y se tienen gemelos, una casualidad de la vida tan maravillosa como impresionante. Desafortunadamente, en muchas ocasiones los sueños se ven truncados por la negligencia de terceras personas.
Esto fue lo que sucedió a una familia nigeriana que vive la peor de las tragedias tras la repentina perdida de uno de sus gemelos. Todo sucedió en el Hospital Materno Infantil Gbaja Randle de Lagos, a los padres identificados como Imbul Dooyum Kelvin y su esposa, Mimidoo Rufina.
Fue una presunta negligencia lo que provocó el fallecimiento de la pequeña bebé de solo dos meses de edad, llamada Zoe. El padre desconsolado reveló que el lamentable incidente ocurrió el 15 de enero, dos días después de su llegada al hospital.
La pareja arribó al lugar cuando Mimidoo se percató de que la pequeña no estaba comiendo adecuadamente, así que se trasladaron de emergencia al hospital. Para sorpresa de ellos, el médico que examinó a la bebé les aseguró que se encontraba bien.
Acudieron de inmediato al hospital para que Zoe recibiera ayuda
“Mi esposa dijo que nuestro bebé no estaba comiendo bien otra vez, así que la llevamos al hospital. El médico la examinó y dijo que estaba bien, pero nos dejó hacer un análisis de sangre para confirmar si había una infección”, narró el padre.
Tras realizar el análisis de sangre, la bebé comenzó a llorar durante horas, sin parar. La pareja acudió de inmediato con el médico y él traslado a Zoe a la sala de emergencias donde le administraron oxígeno.
Parecía que la bebé se encontraba fuera de peligro. Mimidoo comenzó a amamantarla y fue entonces que Zoe volvió a llorar descontroladamente. La mujer llamó a las enfermeras, pero no le hicieron caso, argumentando que molestaba demasiado.
“Mi esposa les suplicó con lágrimas que por favor revisaran a la bebé, pero no la atendieron. Fue hasta después de que Zoe se cansó de llorar que llegaron a verla, pero ya era demasiado tarde”, señaló Imbul.
Nada devolverá la felicidad y vida a esta abatida familia, pero hacer justicia y esclarecer lo sucedido en el hospital sería de gran ayuda para que logren encontrar consuelo y ningunos otros padres tengan que afrontar lo mismo.
Alcemos la voz por la hermosa sonrisa de Zoe que se desvaneció de este mundo prematuramente. Ella era un ángel que merecía recibir un trato digno de parte del equipo médico a su cargo, que decidió ignorarla en lugar de calmar su llanto.
No dejemos que quede impune.