No hay mayor satisfacción para una madre que ver a su hijo sano y feliz, sin embargo, la realidad para muchos niños es completamente diferente y deben pasar meses de incertidumbre en un hospital esperando una respuesta que cambie por completo el diagnóstico.
Después de tanto esperar, algunos obtienen esa señal que fortalece su esperanza y les hace pensar que dentro de poco estarán bien.
El niño de seis años llevaba meses en el hospital esperando un trasplante.
Esta es la historia de Vitor Ribas da Silva, un niño de seis años que a su corta edad tuvo que experimentar la terrible sensación de que sus días estaban contados, el pequeño corazón de Vitor dejó de funcionar con normalidad y fue diagnosticado con miocardiopatía dilatada.
Esto quiere decir que su músculo cardíaco le impide bombear sangre de manera correcta a todo su cuerpo, ocasionándole repentinas y severas arritmias que pueden ser fatales.
La policía militar y el equipo médico realizaron el traslado del órgano.
En la actualidad no existe cura para la miocardiopatía dilatada, solo tratamiento con medicamentos que ayuda a controlar los síntomas a corto plazo, en algunos casos, un trasplante de corazón es la mejor opción.
Al menos así lo fue para Vitor, quien desde que entró a la lista prioritaria de trasplante sus familiares comenzaron a buscar un donante hasta que finalmente dieron con él.
Un joven de 24 años que murió en un accidente, su corazón estaba intacto y terminó por salvarle la vida al pequeño Vitor.
Al ser notificado sobre un posible donante, el equipo médico junto a la policía militar de Río Petro coordinó el traslado del órgano en un helicóptero.
Vitor fue trasladado de emergencia al quirófano donde se despidió de su madre quien dejó todo en la voluntad de los doctores. La cirugía tuvo lugar en el Hospital da Criança e Maternidade (HCM), en São José do Rio Preto en Brasil.
Afortunadamente, la cirugía fue un éxito, solo faltaba esperar que el niño despertara y reaccionara satisfactoriamente.
El cirujano cardiovascular Ulisses Croti, indicó que se realizó un examen que dio como resultado que el nuevo órgano estaba en buen estado de funcionamiento y con una adecuada presión pulmonar. Al respecto destacó:
“En menos de 24 horas, el niño estaba despierto y le quitaron la sonda para que pudiera hablar y empezar a alimentarse. Este es un ejemplo de trasplante exitoso, pero creo que es fundamental en este punto que llamemos la atención de las familias.
En un momento tan difícil para perder a alguien, una familia lejos de aquí tuvo el coraje, la dignidad, la responsabilidad social de donar el corazón de su hijo”.
No pasó mucho tiempo para que el pequeño Vitor despertara, lo primero que hizo fue mirar a sus padres y regalarles una tierna sonrisa, fue su manera de agradecer, de hacerles saber que estaba bien, que estaba feliz.
Vitor no padecía molestias y rápidamente se sintió con energías, una hermosa sensación que no sentía desde hace tiempo.
El pequeño Vitor se sigue recuperando en la salas del hospital donde es monitoreado las 14 horas del día, pero dentro de poco será dado de alto y podrá continuar con su vida completamente normal.
Sus padres está felices de verlo sonreír e infinitamente agradecida con la familia que le dio una segunda oportunidad de vivir.
Esta es una emotiva historia que vale para compartir para concienciar sobre la gran importancia de donar órganos y salvar muchas vidas.