No hay nada más difícil para los padres que tener que enfrentar la pérdida de sus hijos. Will y Natalie Decker tuvieron que pasar por esta desgarradora experiencia dos veces. Los hermosos gemelos Seth y Joel perdieron la vida ante un fulminante cáncer que se los llevó cuando eran solo unos niños.
La familia vive en Texas, Estados Unidos.
Ambos nacieron en el 2014 y se volvieron la alegría de la casa. Su hermano mayor, Nathaniel, se convirtió en su mejor amigo. Todo comenzó a venirse abajo en diciembre del 2016.
Natalie había notado unas extrañas manchas moradas en todo el pecho de Seth. Lo llevaron con un pediatra y no tardaron en descubrir que sus plaquetas estaban peligrosamente bajas.
“Cuando nacieron la vida era un hermoso caos. Disfrutamos cada minuto de tener a los 3 niños en casa. Había risas, ruido y mucho amor. Era muy divertido”.
El pequeño fue referido a un hematólogo y después de varias semanas lograron dar con el terrible diagnóstico. Seth tenía Leucemia mieloide aguda, en estos casos es muy probable que los hermanos gemelos también desarrollen la enfermedad.
“Seth y Joel disfrutaban los pequeños detalles de la vida sin importar lo mal que se sentían. Will, Nathaniel y yo queremos vivir de esa manera”.
Natalie comenzó a pasar los días en el hospital con Seth. Meses después unos exámenes revelaron que el pequeño Joe también tenía leucemia y las células cancerígenas se estaban acumulando en su médula ósea. Necesitaría un trasplante para poder luchar por su salud.
El hermano mayor de los gemelos tenía 7 años cuando empezaron a enfermar.
Cuando Joe fue diagnosticado, su hermano ya estaba recibiendo un trasplante de médula ósea. Comenzaron meses verdaderamente agotadores para la familia Decker. Cada uno de los padres se quedó con un gemelo y las cosas no parecían mejorar, meses después recibieron el alta médica.
«Fue un pequeño momento de felicidad en medio de la tormenta».
Parecía que todo marchaba en orden y que las quimioterapias habían dado resultados. Sin embargo, Joe comenzó a mostrar serias señales de que el cáncer había regresado. Lo ingresaron al hospital y permaneció en la Unidad de Cuidados Intensivos.
El pobre estaba sintiendo mucho dolor y después de un par de semanas decidieron que lo mejor era decirle adiós.
“Sabíamos que sucedería lo peor. Sólo queríamos compartir con ellos todo el tiempo posible”.
Nathaniel lloró desconsoladamente pero luego tomó su mano y lo acompañó hasta el último momento. La familia no tuvo mucho tiempo para llorar al pequeño.
La salud de Seth seguía empeorando. Decidieron hacerle otro trasplante de médula y esta vez lo recibió de su hermano mayor. Por desgracia, su cuerpo lo rechazó y tan sólo un par de meses después de la partida de Joe, Seth también perdió la vida.
Joe perdió la vida con apenas tres años mientras que Seth tenía cuatro.
La familia Decker ahora se dedica a recaudar fondos para ayudar en las investigaciones contra el cáncer infantil. La memoria de los hermosos gemelos seguirá viva en esta lucha tan importante.
Comparte esta desgarradora historia para apoyar a los Decker. El cáncer infantil afecta a demasiados y debemos luchar para salvar la vida de los niños.