Todos estamos conscientes de la controversia que lleva años produciéndose sobre los jóvenes transgénero, las dificultades que tienen que afrontar, el posible rechazo de amigos y hasta de su propia familia, personas que están dispuestas a lastimarlos de gravedad solo por intentar ser ellos mismos en este mundo intolerante en el que todos vivimos, verdaderamente algo terrible.
Pero también somos conscientes de la cultura hipersensibilizada de los últimos años en donde cualquier cosa puede ser censurada por la posibilidad de que ofenda a alguien, como si de un régimen totalitario se tratase.
calcasa
Joshua Sutcliffe es un profesor de matemáticas de 27 años que hasta hace poco trabajaba en una escuela secundaria de Oxfordshire.
Que comenzó a sufrir una pesadilla cuando, al ver a un grupo de estudiantes, principalmente estudiantes femeninas, el profesor decidió felicitarlas por su esfuerzo con un “buen trabajo chicas”.
BBC
Craso error, ya que entre el grupo de chicas se encontraba un estudiante que, a pesar de haber nacido como mujer, se identifica como hombre; el estudiante lo corrigió sobre el asunto y el profesor, algo avergonzado, se disculpó y corrigió la frase, dejando todo el accidente en el pasado. O eso pensaba él.
Seis semanas después, el profesor fue suspendido de la escuela después de que la madre del alumno llenara un formulario de queja en su contra, lo que a su vez también llevó a una investigación por conducta inapropiada y cargos por usar el género erróneo.
Además, según reportes anteriores, el profesor estaba violando las políticas de integración de la escuela al referirse a los estudiantes por sus nombres y no por sus pronombres elegidos.
thetimes
Siempre he intentado respetar a los alumnos y mantener una actitud profesional al mismo tiempo que mi integridad como cristiano, pero parece que la escuela está tratando insistentemente de obligarme a adherirme a su agenda liberal”, declaró el profesor.
Sutcliffe asegura que no se sentía del todo cómodo refiriéndose al estudiante por sus pronombres por lo que lo llamaba por su nombre de elección, cosa que él creía, no infringía las políticas de la escuela.
The Sun / Daily Mail
A pesar de las esperanzas de Sutcliff de que la investigación (que actualmente lo mantiene alejado de su profesión) fuese una cosa rápida, aun se continúan haciendo entrevistas y revisando archivos, buscando cualquier posible indicio de intolerancia o de homofobia que pudiese llegar a ser perjudicial para los estudiantes y, por consecuente, para la reputación de la escuela.
Mientras tanto, el profesor dice que, al nunca haber sido instruido en este tipo de situaciones, se siente destruido y lo único que puede hacer es esperar lo mejor.
¿Qué opinas del despido tan inesperado de este profesor? ¿Crees que es justo o excesivo? Déjanos tus comentarios y no olvides compartir.