A veces hay personas que padecen condiciones tan extrañas que es muy difícil de creer que existan, representan un desafío para la ciencia.
Molly-Rose Taylor, de 19 años, de Gillingham, durante años sufrió períodos menstruales con dolores insoportables sin que los médicos pudieran determinar la causa, hasta que, finalmente los médicos descubrieron que tenía una pared de tejido de dos centímetros que dividía su vagina.
En el 2017 Molly fue diagnosticada con Útero Didelphys, una condición rara que duplica la cantidad de órganos reproductivos. Aunque eso explicaba el sufrimiento que empezó a sentir desde que tenía 9 años.
Molly padecía de fuertes calambres que la hacían delirar hasta desmayarse, simplemente fue diagnosticada con dolores menstruales intensos.
“Cuando comencé mis períodos, los médicos decían que los dolores eran porque mi cuerpo aún era joven”.
Molly estaba muy sorprendida al descubrir que en realidad tenía dos vaginas, dos úteros y dos cérvix. Ese mismo año fue sometida a una operación para extraer la pared del tejido del tabique longitudinal, en el University College London Hospital.
La condición del Útero Didelphys, también conocido como doble útero, es una afección en la que una mujer nace con dos úteros, para separar las dos cérvix y, a veces, dos vaginas, aunque este no es siempre el caso.
“Pero ahora sé que mis dolores eran porque tenía dos períodos a la vez. He tomado anticonceptivos desde los 12 años para tratar de reducir el flujo intenso y los desmayos”.
No fue hasta que se volvió sexualmente activa que comenzó a preocuparse porque era imposible y muy doloroso.
“Antes de mi diagnóstico, me recomendaron que me hiciera una prueba para saber si tenía una enfermedad de transmisión sexual debido al sangrado y el flujo anormal”.
Ella sabía que algo andaba mal y decidió investigar por su cuenta.
“No había ningún folleto para leer, ni médicos que pudieran ayudarme a comprender mi condición, por eso me tomó tanto tiempo obtener un diagnóstico.
Le dije a mi médico de cabecera que sabía lo que era y me remitieron a un ginecólogo y solicité anestesia general para la exploración vaginal intrusiva”.
Después de tantos años de inexplicable dolor intenso, en diez minutos le confirmaron que tenía dos úteros, dos cérvix y dos vaginas.
Aunque a Molly le extirparon el tabique longitudinal, todavía tiene el doble de órganos reproductivos, porque pensó creía que sería «más perjudicial que beneficioso» que los médicos intentaran extraer alguno de sus órganos reproductores duplicados.
“Estoy lista para formar una familia, aunque puedo tener algunas complicaciones porque hay una alta probabilidad de aborto involuntario, pero no voy a detenerme por mi condición, y cruzaré ese puente cuando llegue allí”.
Molly lamenta la falta de conocimiento sobre el Útero Didelphys, que afecta a aproximadamente una de cada 3.000 mujeres.
Molly piensa que, si no hubiese sido persistente, aún no tuviera idea de que era lo que le pasaba y por eso decidió hacer pública su condición.
Comparte el caso de Molly para crear conciencia y ayudar a otras niñas y mujeres que podrían estar pasando por lo mismo que ella.